La crisis energética no tiene visos de mejorar y más con los anuncios de ampliación de horarios de cortes de luz, este miércoles 9 de octubre. En Quito la industria refleja los estragos más difíciles: el despido de trabajadores.

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El anuncio de los cambios lo hizo el ex ministro de energía, Antonio Gonçalves en cadena nacional y se justificó el aumento de las horas por el nivel crítico del agua en la represa de Mazar, ubicada en la provincia Azuay. "Las proyecciones indican que es necesario tomar decisiones inmediatas y firmes para evitar un colapso en el sistema eléctrico nacional", afirmó.

Esto fue otro obstáculo que sortear para Oswaldo Landázuri, representante de Metaltronic, una empresa de fabricación y ensamble de partes metálicas y motopartes. El empresario contó a EXTRA que no tuvo más remedio que prescindir de 100 de sus 260 empleados debido a la crisis, que no solo responde a los apagones. "Estos despidos se han tenido que hacer en los últimos 45 días. Pero también es por la firma de acuerdos con China, la salida de multinacionales. Todo se conjuga", explicó.

Esta industria soporta ya 10 horas de racionamiento al día por lo que han tenido que rotar al personal en diferentes horarios para aprovechar las horas de luz. "Hay turnos de la tarde o noche para poder cumplir", agregó.

La empresa tiene dos generadores que le dan 350 kilovatios, pero que no son suficientes para la maquinaria por lo que han optado por apagar una parte de la planta para que funcione otra. "Esas decisiones van de acuerdo a las obligaciones que tenemos, para cumplirlas", asevera.

La situación es preocupante, dada la disposición del Operador Nacional de Electricidad-Cenace de cortar la energía eléctrica por 10 horas al este sector. Aunque en Quito no se ha cumplido de esta forma, los cortes son largos. "Como estamos en barrios residenciales estamos sujetos a los horarios del barrio", comenta.

Aunque ha habido conversaciones con el ex ministro de Energía y Minas, Antonio Gonçalves no se ha llegado a ningún acuerdo, según Landázuri. Por lo que teme que los niveles de producción bajen hasta los que se registraron en la pandemia, con el peligro de que hayan más despidos. "Esto se maneja con improvisación, no se enfrenta la crisis desde todos los ámbitos, los ministerios no se articulan", reclama Landázuri.

El descontento es general, pues no solo la industria sino los ciudadanos no han podido organizarse en sus actividades diarias. Por ahora, Metaltronic ha hecho la inversión de 30.000 dólares para la importación de otro generador. "Con eso incluso podríamos aportar a la red nacional, pero no hay infraestructura, no hay acuerdos. El sector privado está dispuesto a aportar", aseveró.

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