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Este martes 17 de diciembre, policías se dirigieron al sitio donde se produjo el hecho violento, para resguardar la zona.Álex Lima / EXTRA

Crimen en Tungurahua y Venezuela: el engaño del sicario contra víctima

El ciudadano asesinado había recibido amenazas, de acuerdo con datos policiales. En el momento del hecho violento, estaba por visitar a familiar

La estrategia aplicada por un asesino contra su víctima no levantó sospechas. Fingiendo ser un vendedor ambulante, acabó a tiros con la vida de Jonathan Israel Cobo Villamar.

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El crimen ocurrió aproximadamente a las 21:15 del lunes 16 de diciembre, en las calles Tungurahua y Venezuela, en el centro-sur de Guayaquil.

De acuerdo con información policial recabada hasta ahora, en el momento del asesinato Cobo tenía poco tiempo de haber llegado a la zona en su carro, para visitar a una familiar en una vivienda de tres plantas, con rejas negras. Lo acompañaba otro ciudadano en ese rato.

¿Cuál fue la estrategia del asesino?

Gendarmes que acudieron al sitio para investigar el caso conocieron, a través de versiones de moradores, que el implicado en la muerte violenta vestía un uniforme similar al que usan comerciantes ambulantes de una reconocida marca de bolos.

El atacante se movilizaba en motocicleta, en la cual escapó junto con otro individuo, mientras Cobo quedó herido en el piso. Sus parientes lo trasladaron hacia una casa de salud, pero los galenos confirmaron que había fallecido.

“Se presume que el acompañante de la víctima se encontraba armado y en el momento en que sale a precipitada carrera realiza disparos en contra de estos individuos que arribaron en la moto”, detalló el capitán Danny Hernández, jefe policial del circuito Venezuela, del distrito 9 de Octubre de la urbe porteña. 

Un agente intentó conversar con ocupantes del domicilio al que iba Cobo.Álex Lima / EXTRA

Amenaza y pasado judicial de Cobo

Uno de los datos que la Policía Nacional ha logrado establecer, a través de información proporcionada por una persona allegada a la víctima, es que anteriormente recibió amenazas de muerte. Por aquel dato se presume que el crimen se relaciona con un ataque dirigido específicamente a Cobo.

Su acompañante, en cambio, se retiró rápidamente del lugar y los uniformados no lograron tomar contacto con él, para obtener otra versión de lo sucedido.

El difunto registraba un antecedente penal por el delito de armas de fuego, municiones y explosivos no autorizados, en noviembre de 2024. Estaba en libertad porque recibió medidas sustitutivas a la prisión preventiva.

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