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Covid-19 en Ecuador: ¡Que se vengan las dosis!
El primer lote de 50.000 inyecciones servirá para 25.000 personas. Expertos aseguran que es vital empezar con médicos antes que con ancianos.
El espacio para recibir las vacunas de Pfizer contra el COVID-19 está listo. Es uno de los hangares del centro logístico del aeropuerto Mariscal Sucre, oriente de Quito.
María Emilia Varas, del departamento de Comunicación de Tabacarcen, empresa encargada del área, detalló que las primeras dosis llegarán el 18 de enero. Y por ser el primer lote, las vacunas estarán en sus propios contenedores fríos (a menos de 80 grados) y no necesitarán de almacenamiento.
“Las recogerán en los camiones con temperatura regulada. Luego de dos o tres horas de trámites de aduana saldrán a donde disponga el Ministerio de Salud”, enfatizó.
Juan Carlos Zevallos, ministro de la cartera estatal, dijo que en el país se han dispuesto 400 puntos de distribución y 10 mil de vacunación. “Nos estamos preparando con la academia, grupos de la sociedad civil y empresa privada para que nos ayuden a tener una estrategia común que pueda garantizar la trazabilidad y expendio de la dosis”.
Para el siguiente lote, previsto para marzo, Varas indicó que se hizo una alianza con la empresa Simed, distribuidora de equipos médicos y farmacéuticos, para ubicar ocho contenedores. Estos llegarían a mediados de febrero y almacenarán 2 millones de dosis.
La priorización
Las vacunas que llegarán pronto serán para 25 mil personas, entre ellas médicos y gente de primera línea (ver infografía). El ministro Zevallos indicó que su funcionamiento se basa en la aplicación de dos dosis. Luego de la segunda, se debe esperar siete días para evaluar la respuesta.
Es probable que las dosis no cubran a todos los primeros beneficiados. Esto porque, según datos del Ministerio de Salud, solo en el área sanitaria trabajaron más de 80 mil personas durante el año pasado en la crisis.
En otros países se analiza la posibilidad de vacunar primero a ancianos antes que a doctores, para evitar saturación del sistema sanitario. Sin embargo, para Alberto Narváez, galeno especialista en temas virales, es vital que todos los profesionales médicos se vacunen. Esto generará confianza en la gente.
“Con ello también se combatirá a los grupos antivacunas”, manifestó.
Sí admitió que podrían generarse problemas en la atención de pacientes hasta que las dosis cubra a la mayoría de la población. Por eso, también es importante concentrarse en pacientes vulnerables y de la tercera edad.
Actualmente, el grupo geriátrico representa entre el 13 y 20 por ciento de los 219.148 contagiados que hay en el país.
Y no solo ellos. Según el epidemiólogo David Larreátegui, las autoridades deberían priorizar la aplicación de la vacuna en los sectores donde hubo una tasa alta de mortalidad. Asimismo, en las zonas donde las hospitalizaciones por COVID rebasaron la capacidad de atención de salud.
“¿Cómo se consigue determinar esto? Con un estudio epidemiológico que, lamentablemente, no se lo ha hecho en el país”, dijo. Con ello, se evitarían los colapsos que ya se están viviendo, no solo en Ecuador sino en otros países, concluyó.