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Don Hugo padece desde hace dos años de una hernia en la parte baja de su abdomen.Extra

La conmovedora historia de don Hugo: un abuelito en busca de alivio para su hernia

Este adulto mayor, de escasos recursos, asegura que ningún hospital ha podido intervenirlo. Para ayudarlo, contactarse al 0961648479

Acompañado de su amiga fiel, pero cabizbajo, con una caminata inusualmente lenta, don Hugo Fernando Calderón, de 72 años, llegó a la redacción de EXTRA con algo de esperanza bajo el brazo, pues desea terminar, de una vez por todas, con una hernia que lo atormenta.

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La vida no ha sido fácil para don Hugo, a quien las calamidades parecen no darle tregua. En 2022, un problema de próstata lo debilitó y, pese a su esfuerzo por obtener ayuda, su avanzada edad y la indiferencia de las autoridades lo dejaron sin opciones.

Sin embargo, tras una publicación de EXTRA, el Hospital Guayaquil logró realizarle la operación, que resultó exitosa. Incluso recibió una transferencia económica que él describió como “una bendición”.

Hugo junto a su amiga Olga, quien lo acompaña a cada trámite que realice.Extra

Pero poco después, descubrió una protuberancia en la parte baja de su abdomen que iba creciendo con el tiempo. Alarmado, decidió acudir de nuevo al hospital que le había tendido la mano en el pasado. Esta vez, sin embargo, la respuesta fue distinta.

“Me dijeron que ya no podían operarme y me derivaron al Hospital del Día Mariana de Jesús. Allí me hicieron un montón de exámenes y, al final, también me dijeron que no podían operarme... solo me hicieron perder el tiempo”, relata con tristeza.

Olga, su 'bastón' en la adversidad

Su amiga Olga Álvarez, también adulta mayor y compañera de años, lo acompaña en todos sus trámites. “Él es solito; no tiene papá, mamá, ni hermanos”, explica. Don Hugo, quien nunca tuvo hijos ni una pareja estable, hoy se arrepiente de su soledad.

Aunque ‘camelló’ gran parte de su vida como canillita en varios diario, su avanzada edad ya no le permite laborar plenamente. De hecho, hasta caminar se le dificulta, pues cuenta que cada vez que lo hace durante un tiempo prolongado comienza su calvario.

“Se me empieza a hinchar la bola y ¡Ay, Diosito lindo! Tengo que correr a acostarme para que se me baje la hinchazón. Tengo miedo de que se me vaya a reventar”, lamenta.

"Tengo miedo de que se me vaya a reventar la hernia”.Hugo Calderón, ciudadano.

Actualmente vive en la casa que fue de sus abuelos, en el suburbio de Guayaquil, junto a un tío y un primo. Pide la ayuda de alguna alma caritativa para poder operarse de la hernia y, además, recibir “con alguna que otra cosita para comer”. Si desea apoyar a don Hugo de alguna manera, puede ponerse en contacto con su primo, Oswaldo Mena, al celular 0961648479.

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