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Colapsó la fachada de edificio de 104 años en el centro de Guayaquil
Sus propietarios, de la familia Tola Neira, lamentan lo sucedido. Ellos afirman que representa un patrimonio familiar y cultural para Guayaquil.
“Esta era la joya de la corona del patrimonio guayaquileño”, dijo el artista plástico Juan Pablo Toral. Él junto con la familia Tola Neira y los recurrentes peatones del centro de Guayaquil lamentaban durante la mañana de ayer el inesperado colapso de parte de la fachada de una vivienda de 104 años ubicada en 9 de Octubre y Escobedo, ocurrido la madrugada del martes 12.
Javier Tola, quien llegó al sitio como propietario, supo de lo sucedido a las 05:30 del martes. “Yo me enteré por llamadas y comentarios de amigos” contó el afectado mientras asimilaba la pérdida de la herencia familiar. “Esta construcción ha pertenecido siempre a mis allegados”, dijo Tola afligido.
Es una situación muy dura para Javier, quien relató que incluso el terreno fue propiedad de los Tola antes de que se levantaran las bases y que le preocupa que parte de este edificio, que ha aportado a la historia de la urbe porteña, haya desaparecido.
El inmueble, de tres pisos, albergaba en su planta baja un local comercial de electrodomésticos; en la intermedia, departamentos y el Consulado de Mónaco, del lado de 9 de Octubre; y el tercer piso era solo destinado a vivienda. Sin embargo, nadie habitaba en los espacios residenciales, sino que eran ocupados por objetos del mismo valor patrimonial que la edificación.
“Esta era la mejor conservada de todas las construcciones coloniales que quedan en la ciudad. No solo por ella misma, sino por las obras que había dentro”, explicó Juan Pablo Toral, luego de mencionar que una cama de bronce también cayó al momento del desplome.
Por esta razón, Javier Tola dialogaba con miembros de la Dirección de Obras Públicas del Municipio y demás personal del Cabildo. Él pedía espacio para extraer las partes metálicas, como las ventanas de estilo colonial, que cayeron.
“Aparte de poder utilizarlas para la reconstrucción, quisiera que se conservaran porque son las que se instalaron en primera instancia. Son las originales”, precisó Tola.
No obstante, el ingeniero Daniel Félix, especialista estructural de Obras Públicas del Municipio, aseguró que el primer paso sería apuntalar las bases del lado colapsado para “precautelar la vida de los demás” y posterior a esto podría ser posible recuperar ciertos elementos que no son estructurales.
“Esperamos que pasen las desgracias para recién ahí tomar precauciones”, opinó el ciudadano Jorge Brupe ante la sorpresa de este martes. Él indica que luego de recorrer la ciudad, se dio cuenta de que hay muchos edificios que están abandonados. “¿De qué sirve que sean patrimonio si están cerrados y sin mantenimiento?”, cuestionó.
Allan Hacay, director de Gestión de Riesgos y Cooperación del Municipio, sostuvo que al ser una propiedad privada, ellos no son los encargados del tratamiento.