Beatriz Quilumbaquín descansaba cuando un sonido ensordecedor la despertó. Ella vive cerca del kilómetro 6 de la vía Pifo-Papallacta, al oriente de Quito, donde ayer 4 de agosto se registró una desgracia.

Un bus que iba por esa carretera se salió de su carril de circulación y fue a parar al fondo de un despeñadero, a eso de las 00:30. Ese punto, según Quilumbaquín, es conocido como la ‘curva de la muerte’.

“No es la primera vez que pasa esto. Hace poco un camión cayó ahí y fallecieron dos personas”, contó aún asustada la residente, quien asegura que oyó cuando el bus cayó al precipicio.

Sin embargo, a Quilumbaquín le dio tanto miedo que no se atrevió a salir. Luego se enteraría de la cifra trágica que dejó este nuevo siniestro vial.

Los muertos

La emergencia ingresó al ECU-911, desde donde se coordinó la ayuda para los afectados. El sargento Juan Hernández, miembro de los ejes viales de la Policía, fue uno de los primeros en llegar.

“A nuestro arribo, observamos a personas en la vía que pedían ayuda por este accidente”, declaró el uniformado. Fue necesario que Hernández y otro compañero bajaran hasta el sitio donde quedó el bus, que venía desde Baeza, para ayudar a los heridos.

Al tiempo llegaban unidades de bomberos y otras dependencias para la atención. Mientras socorrían a los pacientes, retiraban los cuerpos de las víctimas mortales.

En total cinco pasajeros perdieron la vida y otros siete sobrevivieron. La lista preliminar recogió los nombres de los fallecidos: Gastón Palacios (68 años), Jesús Rosero (31), Antonio Padilla y Tania Millán (ambos venezolanos), además de una chica de aproximadamente 25 años sin identificar.

Según Hernández, se investigará para saber si el automotor tenía los permisos de frecuencia para circular por el sector. Esto porque la cooperativa a la que pertenece la unidad accidentada es de la provincia de Imbabura.

La desgracia no se aleja de la curva

Esta nueva desgracia ocurre luego de apenas cuatro meses de un accidente similar. El pasado 16 de abril, un camión que transportaba palma africana cayó en el mismo sitio en el que se desbarrancó el bus.

En esa fecha, dos personas de entre 40 y 50 años perdieron la vida. Asimismo, se presumía que el automotor perdió los frenos en aquella bajada.

En enero de 2020, en cambio, un camión que llevaba malanga (producto parecido a la yuca) se impactó en una pequeña loma que se encuentra en el sitio. Allí perecieron dos personas.

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