La Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno concluyó este 15 de noviembre de 2024 con la sesión plenaria de los mandatarios y las delegaciones diplomáticas presentes. El evento tuvo lugar del 13 al 15 de noviembre de 2024 en la ciudad de Cuenca, en la provincia del Azuay.

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Al arranque de la sesión plenaria de mandatarios, la canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld adelantó los resultados obtenidos durante los diálogos entre los cuerpos diplomáticos, así como aquellas temáticas que lograron una declaración casi unánime.

Según indicó Sommerfeld, los ministros de Relaciones Exteriores de los 19 de 22 países asistentes que se reunieron un día antes del encuentro entre presidentes consensuaron 71 de los 72 párrafos de la denominada Declaración de Cuenca y más de una veintena de temáticas.

Entre las temáticas que lograron un acuerdo previo entre las delegaciones está la pertenencia de las Islas Malvinas a Argentina y la necesidad de "poner fin" al bloqueo económico a Cuba, entre otras temáticas, como la erradicación de la desnutrición crónica infantil el rol de las mujeres indígenas, la lucha contra el terrorismo y otras más.

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Pese a que durante la sesión plenaria hubo roces, en especial entre Argentina y Cuba, la mayoría de las autoridades coincidieron en la importancia del apoyo casi unánime que lograron las temáticas abordadas, así como el borrador de Declaración.

Un espacio de diálogos "líricos", pero poco prácticos

Aunque la mayoría de temas tuvieron el apoyo de todas las 19 delegaciones asistentes, analistas consultados por EXTRA sostienen que las mismas no tendrán un efecto práctico, pues solo son declaraciones consensuadas en un foro que, además, careció de la presencia de gran parte de los presidentes de los países miembros de la Cumbre Iberoamericana.

"Los temas que se tratan en estos foros son de cajón y suelen ser las acostumbradas declaraciones líricas", comenta Mauricio Gándara, exministro de Gobierno y exembajador ecuatoriano, quien acota que en el caso de la edición realizada en Cuenca la situación es más grave por la falta de presidentes.

De hecho, como este Diario ha publicado en notas pasadas, varios diplomáticos han cuestionado el éxito y la aplicabilidad de los acuerdos alcanzados en la Cumbre Iberoamericana, pues los jefes de Estado son quienes toman las decisiones finales, pero la mayoría de ellos se ausentaron.

Incluso durante la sesión plenaria, Nicolás Albertoni, vicecanciller de Uruguay, se sumó a estas voces cuestionando la ausencia de 18 presidentes en la Cumbre y la falta de inclusión de varios temas a la agenda consensuada, aunque no especificó cuáles.

La agenda tratada en la Cumbre Iberoamericana también fue motivo de roces entre las delegaciones de Cuba y Argentina, pues mientras el equipo diplomático cubano agradecía la postura de los países ante el bloque económico, la delegación argentina cuestionó el ejercicio de la democracia en Cuba.

El contexto político también dinamita la eficacia de los acuerdos

De acuerdo con el analista político, Giuseppe Cabrera, otra forma de observar la Cumbre es el contexto en que se desarrolló, con conflictos internos y climáticos en varios de los países miembros, además de las polémicas al interior del Ecuador con el presidente Daniel Noboa.

"Las resoluciones no tendrán ningún efecto, en especial porque no hubo el apoyo político de los presidentes de los países más fuertes", dice Cabrera en referencia a la ausencia de los presidentes Javier Milei, de Argentina; Inácio Lula Da Sila, de Brasil; Gustavo Petro, de Colombia; entre otros.

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En esa misma línea, el exministro y exembajador Gándara acota que a la par de la Cumbre en Cuenca, se desarrollaron otros encuentros entre países en la región que opacaron la invitación de Ecuador. Pero que ello no quita importancia a la incidencia que pudo tener los problemas internos del país para que los mandatarios se excusen, como lo hizo Santiago Peña, el presidente de Paraguay.

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