Con información obtenida durante acciones policiales de inteligencia, agentes del distrito 9 de Octubre, en Guayaquil, conocieron una problemática de inseguridad y hechos delictivos en el cerro del Carmen, en el centro de la urbe porteña.

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Los datos recabados por los uniformados reflejaron que en esta área de la ciudad, aledaña al también emblemático cerro Santa Ana, habitan personas que son requeridas por la justicia. Además, puntos inhabitados del sector están siendo aprovechados para fines criminales.

El teniente coronel Jaime Lara, subjefe policial del distrito 9 de Octubre, mencionó que hay casas abandonadas que son aprovechadas para mantener retenidas a personas que son víctimas de secuestros.

Esta información llama la atención, pues anteriormente no se había conocido de esta práctica en esta zona del Puerto Principal. Lara explicó cuál es la razón por la que ahora está ocurriendo esta situación.

“Hay puntos de difícil acceso, en los que se torna difícil llegar con carros”, indicó, pues muchas de las vías son muy estrechas y en pendientes, dificultando la circulación de más de dos vehículos al mismo tiempo. Esto torna más complejo el patrullaje policial.

Casas del tormento en el cerro del Carmen

Entre la madrugada y la mañana de este domingo 8 de diciembre de 2024, agentes policiales ejecutaron un operativo en el cerro del Carmen, durante el cual ejecutaron 50 allanamientos en viviendas.

Según Lara, cinco domicilios de precaria construcción, que no están habitados, vienen siendo utilizados como sitios para retener a los ciudadanos secuestrados. “Están en la parte norte del cerro, en una bajada que se proyecta hacia la avenida Pedro Menéndez Gilbert”, dijo.

Estos sitios fueron destruidos, añadió, para que no sean nuevamente usados con ese objetivo criminal.

Se encontró tacos de dinamita

Durante el operativo se encontró 7 tacos de dinamita. Tres de ellos son de fabricación artesanal y el resto de origen industrial. Según Lara, estos objetos explosivos posiblemente iban a ser usados para cometer atentados contra locales comerciales, con el fin de intimidar a sus dueños, para exigirles dinero a cambio de no cometer contra ellos o su familia un ataque armado.

Un hombre, de 23 años de edad, fue detenido en una de las viviendas en la que se encontró más evidencias. No tiene antecedentes penales.

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