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La Policía llegó a los sospechosos del crimen gracias a la información del último usuario al que recogió la víctima.cortesía

Caso Norman Báez: “está muerto, pero lo tenemos cerca de nosotros”

El hombre, de 52 años, tenía huellas de puñaladas en su pecho y extremidades. La Policía detuvo a tres personas que serían responsables del crimen.

Tatiana Báez sigue consternada por el crimen de su progenitor, pero asegura que, por lo menos, tiene su cuerpo para poder velarlo y darle la última despedida.

Norman Báez, un taxista que trabajaba con aplicación, fue hallado sin vida, maniatado y en el fondo de la quebrada Guangocalles, al oriente de Quito, el martes 11 de abril.

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Dos día antes (domingo 9 de abril) fue reportado como desaparecido luego de que saliera a realizar una carrera desde el sur de la capital.

“Fuimos a la misa del Domingo de Resurrección. Mi papá nos dejó en la casa y dijo que se iba a buscar el pan para la familia”, contó Tatiana. Sin embargo, el taxista no volvió.

Investigación

Tatiana recuerda que le escribió a su padre antes de las 23:00 y al no recibir respuesta pensó lo peor. Colocaron la denuncia. Recorrieron hospitales y la morgue. No lo hallaron.

Mientras tanto, el mayor Iván Naranjo, jefe de la Unidad de Muertes Violentas de la Dinased, activó el protocolo de búsqueda de personas desaparecidas e iniciaron las indagaciones del caso.

Hablaron con trabajadores de la aplicación de servicios de taxis para conocer quién fue la última persona que pidió una carrera a Báez y saltó el nombre de David Flores, quien estaba en Guaranda, Bolívar.

El sospechoso ‘sopló’ lo acontecido y divulgó el paradero de otras dos personas que habrían participado en el crimen y que permanecían escondidas en el sector Alma Lojana, al oriente de Quito.

Tatiana Báez (derecha) fue a la morgue para conocer las causas de la muerte de su padre.Karina Defas

Cerca de este sector, la Policía halló el cadáver de Báez, el cual tenía varias heridas de puñal en el tórax, los brazos y las piernas. Además, según el informe policial en su mano derecha se encontró un fragmento de cobija térmica y en su cuello una cinta adhesiva.

Tatiana dijo que su familia recibió llamadas de personas malintencionadas que pedían recompensa por el supuesto hallazgo de su padre.

El cuerpo del taxista fue velado la tarde ayer en una funeraria de la avenida 12 de Octubre y hoy enterrarán sus restos en un cementerio del sur de la ciudad. El hombre tenía cuatro hijas y era un apasionado por el fútbol. “Está muerto, pero lo tenemos cerca de nosotros”, dice Tatiana.