Exclusivo
Actualidad

Ave Jaramillo: “Somos una generación de llorones”
Vuelve a los escenarios con ‘Ahí sí se pasó’, un show sobre la censura, la incorrección política en el país y cuáles son los límites del humor.
“Cuando lo único organizado en tu país es el crimen. Cuando te puede matar una bala perdida, pero también una salsa de tomate con plomo. Cuando no sabes si llega primero el Mundial o la Tercera Guerra Mundial. Cuando está por acabarse el mundo, pero capaz no te enteras porque te cortaron la luz. Cuando pasa eso, es momento de aprender a torear las desgracias con estilo... Pero, ¿cómo no cruzar esa línea en la que alguien dice: ‘Ahí sí se pasó’?”.
Con esa premisa arranca Ahí sí se pasó, el show más reciente del comediante quiteño Esteban ‘Ave’ Jaramillo. “Al principio pensé en hacer un monólogo sobre la vejez, porque aunque a los 43 años no estoy viejo, el cuerpo ya no es igual. Sin embargo, en el camino me di cuenta de que no, que aún quería hablar sobre esta polémica alrededor de cuáles son los límites del humor y de cómo usamos el humor y la risa para sobrevivir en un mundo cada vez más oscuro”, asegura.
Ahí sí se pasó también surge de dos experiencias en 2024, cuando el humor generó un inesperado debate en la capital.

En junio de ese año, en el marco de la Feria Internacional del Libro, se suspendió el lanzamiento de la obra del escritor José Hidalgo Pallares. Sus presentadores iban a ser los comediantes Pancho Miñaca e Iván Ulchur pero, días antes, este último y Jaramillo habían protagonizado una polémica en relación a un chiste sobre la vida en Gaza que fue fuertemente criticado a través de las redes sociales.
“A partir de ese ‘problemita’ que hubo con el Municipio de Quito, que surge a raíz de un comentario en un pódcast de humor, y cuando ya pasó de crítica a cancelación, pensé que era importante hablarlo. Y es que cuando trabajas en stand up, siempre te enfrentas a que alguien no le guste un chiste. Pero la cuestión es que la cancelación está de más. Si el chiste no gusta, pues hay un montón de temas más. No es cuestión de llorar por todo lo que te pasa, pero sí creo que somos una generación de llorones a la que le gusta quejarse, pero no acciona”, afirma.
(Te puede interesar: Doña Mary, la caserita de Quito que sirve papas con cuero y consejos para infieles)
Jaramillo añade que él no se autoexcluye de esta ‘generación de llorones’ y que en el espectáculo también se ríe de sí mismo y de sus propias actitudes en épocas pasadas. “Es un show íntimo y bastante personal. Uno de los ejercicios que hice mientras trabajaba el guion fue acordarme de cuántas veces a lo largo de mi carrera me habían dicho ‘ahí sí se pasó’”, asegura.

El espectáculo se inauguró a mediados de enero y seguirá en cartelera hasta marzo. Las primeras funciones, señala el comediante, han tenido una extensa aceptación del público, pese a la temática.
Entonces, para Jaramillo, ¿no hay temas prohibidos para la comedia? Asegura que no. “Me parece que hay que ser sincero, que no hay que hacer chistes con malicia y que hay que tener claro que es un juego que se crea entre el comediante y el público. Siento que hay comedia para todos los gustos”.
Una escena en constante evolución
Para Jaramillo, este nuevo espectáculo no es solo su show más maduro, sino también una especie de tributo a los inicios de la escena del stand up en Quito y él se considera uno de los pioneros.
La escena, explica, también ha evolucionado desde sus inicios, y asegura que entre los múltiples cambios que se han suscitado en los casi veinte años desde que se dieron las primeras presentaciones, el sentido del humor de las audiencias también ha evolucionado.
"Cuando yo empecé, hablar de las figuras religiosas o de la homofobia, aún eran escandalosos y muy revolucionarios, y ahora no lo son. A los públicos y a los comediantes más jóvenes yo les puedo llegar a parecer un poco conservador”, indica.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!