Desde el 23 de septiembre de 2024, Ecuador ha sido afectado por cortes de energía diarios, algunos de hasta 14 horas, debido a una grave crisis energética provocada por una severa sequía y la acumulación de problemas estructurales en el sistema eléctrico. El gobierno del presidente Daniel Noboa atribuye este déficit a años de incumplimiento de los planes de electricidad desde 2014, lo que ha generado un déficit actual de 1.500 megavatios (MW).

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La promesa del presidente Noboa: ¿Fin de los apagones para diciembre?

El 20 de noviembre de 2024, el presidente Noboa ofreció un mensaje de esperanza, asegurando que "en diciembre se acabarán los apagones y se volverá a la normalidad", aunque sin precisar una fecha exacta. Sin embargo, los expertos del sector eléctrico son escépticos ante este anuncio, advirtiendo que la crisis es más compleja y que los apagones podrían extenderse hasta el primer trimestre de 2025.

Según un especialista del sector, que prefirió mantenerse en el anonimato, las promesas de que los apagones desaparecerán en diciembre son "irresponsables" y podrían generar una falsa sensación de seguridad en la población. “Si el presidente promete que los apagones desaparecerán en diciembre, la gente podría dejar de prepararse para la crisis y no tomar medidas como la compra de generadores alternativos”, comentó el experto.

El déficit energético y su impacto en el consumo diario

El déficit de energía en Ecuador es de alrededor de 1.000 MW, lo que equivale al consumo energético de toda la ciudad de Guayaquil durante las horas pico. Para comprender mejor la magnitud de este déficit, el ingeniero Fernando Salinas explicó que antes de la interconexión con Colombia, el déficit era de aproximadamente 1.500 MW, pero gracias a la compra de energía a Colombia y otras medidas de emergencia, el déficit actual ha disminuido a unos 990 MW. A pesar de estos esfuerzos, el país aún enfrenta una grave escasez de energía, que podría empeorar si Colombia decide suspender la venta de electricidad por motivos de seguridad energética.

Medidas emergentes del gobierno: ¿son suficientes?

Para mitigar la crisis, el gobierno firmó varios contratos de emergencia para aumentar la capacidad de generación de energía. Estos contratos incluyen la compra de generadores térmicos y la firma de acuerdos para incorporar 632.1 MW de generación térmica adicional. Sin embargo, los expertos señalan que estos esfuerzos no serán suficientes para resolver la crisis en el corto plazo.

En particular, la central hidroeléctrica Alluriquín, que había estado inactiva durante casi 15 años, comenzará a operar a finales de diciembre con una capacidad proyectada de 204 MW. No obstante, algunos expertos advierten que esta cifra podría no ser alcanzada de manera constante debido a la falta de agua en la región.

El embalse de Mazar: la "batería" energética del país en riesgo

Uno de los factores clave en la crisis energética actual es la gestión de los embalses hidroeléctricos, especialmente el de Mazar, que es considerado la "batería" energética de Ecuador. Este embalse puede almacenar energía suficiente para el país durante uno o dos semanas, pero su uso indiscriminado está poniendo en peligro esta reserva crucial. Los expertos sugieren que para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico, se debe cuidar este embalse y evitar su sobreexplotación.

Aunque el presidente Noboa ha prometido que los apagones terminarán en diciembre, los especialistas coinciden en que la crisis energética podría extenderse mucho más allá de esa fecha. Las soluciones de corto plazo, como los contratos de emergencia, podrían aliviar parcialmente la situación, pero la verdadera salida dependerá de la capacidad del gobierno para implementar soluciones a largo plazo, como mejorar la infraestructura energética y optimizar el uso de los recursos hídricos disponibles.

Para el ingeniero Fernando Salinas, la crisis energética podría durar hasta marzo de 2025, con cortes de hasta 4 horas diarias, ya que las lluvias necesarias para aumentar la generación hidroeléctrica en las zonas de las represas no se esperan hasta esa fecha. Además, el aumento del consumo durante la temporada de calor en la región Costa podría empeorar aún más la situación.

El futuro de la energía en Ecuador: necesidades de planificación y sostenibilidad

Los expertos coinciden en que la crisis energética de Ecuador requiere una planificación rigurosa y una gestión eficiente de los recursos. El país necesita una estrategia a largo plazo que garantice la estabilidad del sistema eléctrico y la capacidad de afrontar las demandas de energía, especialmente en los meses más secos y de mayor consumo.

Aunque el gobierno está tomando medidas para aumentar la generación de energía, la falta de planificación anticipada y la dependencia de soluciones emergentes podría prolongar la crisis. Los ciudadanos deben estar conscientes de que la solución definitiva dependerá de un enfoque más integral, que incluya la inversión en infraestructura, la gestión adecuada de los recursos hídricos y la diversificación de las fuentes de energía en el país.

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