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Los crustáceos son cocinados en la parte exterior del local.extra

Apagón en Guayaquil: se cocinan los cangrejos a oscuras

Entre las historias que surgen durante el apagón resalta la de Estela: las tenazas de los cangrejos ahora son las peores enemigas de Estela, quien trabaja en un cangrejal

Si con la luz encendida y los ojos bien abiertos a veces, se quema la comida, ¡no se diga en plena oscuridad!

Estela Estrella, quien labora en la cocina del cangrejal HLH 2 hermanos, ubicado en Los Ríos, entre Alcedo y Pedro Pablo Gómez, centro de Guayaquil, debe estar a ‘ocho ojos’ mientras hace de las suyas en la cocina. A ella el apagón le corta ‘nota’ justo en la hora de almuerzo (13:00 a 14:30).

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“Justo ayer (martes 31 de octubre) llegó un pedido de seis platos en ese período de tiempo. Eran platos de arroz marinero, camarones apanados y filete de pescado frito. ¡Me tocó estar más pendiente de lo normal porque bien se queda crudo o se me quema la comida!”, cuenta la mujer que desde hace 7 años le pone la sazón al cangrejal.

Pero no es que Estela se queda a oscuras en el pequeño espacio destinado para la cocina, sino que se vale de velas y linternas para continuar la jornada de trabajo.

Estela, durante el recorrido de EXTRA, preparaba los alimentos con luz. Poco después se cortó el servicio.extra

“Sí iluminan, pero no es como que si tuviéramos los focos prendidos. Es muy difícil, incluso hasta necesito más ojos para que vean un plato mientras miro el otro”, asegura.

Sin embargo, no es lo único que se le ha complicado a Estela y los otros colaboradores del establecimiento.  “Hemos tenido que matar los cangrejos a oscuras. Ya me han agarrado los dedos en estos días y a veces no sé ni cuál es el que me está atacando porque todo está oscuro”, comenta entre risas. 

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La pobre Estela, aparte del dolor, se ‘muere’ de calor durante los apagones. “Me ahogo. No hay cómo”, dice.

Lo llamativo del negocio es que los cangrejos los cocinan en la parte exterior, en la entrada, pero según Andrés Campuzano, quien se encarga de su cocción, no es una estrategia reciente. “No es por los apagones (risas). Nos dimos cuenta de que se podía atraer al cliente. Se le da a probar una patita para que pruebe la sazón”, afirma.

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