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Fin de año: Estas son otras funciones de los monigotes
No todos los ‘viejos’ se hicieron para quemar. Algunos, como el que compró Daviana Macías en el 2023, ha servido como juguete para su pequeño hijo
Daviana Macías, de 21 años, mira con gracia el muñeco que su hijo Dariel carga en una de sus manos. Lo sube, baja, acomoda y mueve todo el tiempo. Hasta se convirtió en su mejor amigo de cartón y almidón, con el que pasa sus tardes.
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Sí, es de papel porque se trata de un minimonigote de Mickey Mouse. Y aunque sea un poco ‘extraño’, con orejas algo deformes y de apenas 30 centímetros, es el juguete preferido de Dariel.
“A ese muñeco no lo deja en paz. Como ve, lo lleva de su manito todo el día y hasta come con él. Poco le falta para llevarlo a la escuela”, revela Daviana riéndose de las ocurrencias de su pequeño.
¿Pero cómo Mickey Mouse llegó a ocupar tan importante rol? En diciembre de 2023, como parte de la tradición ecuatoriana de comprar un ‘viejo’ para quemarlo durante los últimos minutos de ese año, compraron el monigote para que sus dos hijos lo compartan. Sin embargo, cuando llegó el momento indicado, Dariel se opuso a que le prendan fuego.
“Días antes del 31 ya vimos que estaba complicado e intentamos cambiárselo por otro juguete, pero no quiso. Optamos por dejárselo nomás y nosotros armar uno de trapo un rato antes de las 00:00”, cuenta.
La madre de familia dice que hicieron el último intento en el momento en que empezaron a prender los monigotes, pues pensaron que él se emocionaría. “Es más que obvio que no sucedió (risas). Ahora pasa ‘asomado’ el muñeco como si fuera un niño más”, finaliza la madre de familia.
La última opción
La artesana Rosa Elena García, quien se dedica a la fabricación de monigotes desde hace ocho años, dice que nunca había escuchado de algún cliente que mantenga su muñeco sin quemar. “Para eso es que se lo compra. Si no, no hay ‘chiste’ en lo que están invirtiendo”, menciona.
En sus años de experiencia dice haber escuchado todo tipo de argumentos para ‘prenderlo’ por completo a las 00:00 del 1 de enero. No obstante, la más común es la de quemar el monigote a la hora indicada porque, de lo contrario, le irá mal todo el año.
“A mí, hasta ahora, creo que una sola vez me pasó eso de que me quedé con mercadería (años viejos), pero mi solución fue llevármelos a mi hogar para quemarlos yo. Aunque yo no creo en eso de que me podría ir mal, sí creo que es bonito seguir la tradición”, concluye la fabricante.
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