“Lo único que quería era parquearme y ayudar al conductor. No sabía de las víctimas. Me quedé en shock cuando bajé de mi camioneta y las vi tiradas en el piso. Aún tiemblo cuando paso por el lugar”, expresó la mujer, quien el pasado 18 de junio conducía la camioneta que recibió el primer impacto del vehículo Chevrolet Sail, conducido por José Ignacio Zambrano Cabrera, quien atropelló y arrolló a tres personas en la vía a la costa.

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La mañana de ayer, la joven, de 24 años, estuvo presente en la reconstrucción del accidente que acabó con la vida de Bosquito de Jesús Mora y de sus dos nietos, de 17 y 15 años. La diligencia contó con la presencia del responsable del percance, del fiscal que investiga el hecho, peritos de la Oficina de Investigación de Accidentes de Tránsito (OIAT) y abogados tanto del procesado como de las víctimas. También estuvieron familiares de los fallecidos.

La mujer contó que a raíz de la desgracia, de la cual fue testigo, ahora tiene miedo conducir y prefiere no pasar por el lugar del accidente. “Al tercer día, conduje el carro de mi mamá, temblaba en el volante, incluso le digo a mi mamá que tengo traumas, porque me subo a un carro y me da miedo. Ese día iba con una tía, asistíamos a una reunión familiar”, expresó la joven, mientras acompañada de su esposo observaba la diligencia.

Beatriz Mora, hija y tía de las víctimas, recordó que el sueño de su padre, quien amaba hacer deporte, era poder conducir su bicicleta por todo Guayaquil y acompañado de sus más grandes tesoros, sus hijos y sus nietos.

“Mi padre, pese a su edad, era un hombre saludable, del que se podía aprender. Mis sobrinos tenían anhelos, el mayor estaba próximo a graduarse, incluso ya tenía las invitaciones, él me decía que quería ser psicólogo clínico. Tenemos el corazón partido. Le pedimos a Dios fortaleza, lo único que queremos es justicia. Estar parados aquí y ver cómo ocurrió todo nos duele”, expresó.

Recordó que el día de la tragedia, su padre estaba acompañado no solo de sus nietos, sino del padre de ellos y de su hermanita de 10 años, quienes fueron testigos del hecho.

“Mi cuñada y mi hermano están más unidos que nunca, deben ser fuertes porque tienen que educar a su hija. Mi padre nos enseñó a serlo. Eran sus únicos nietos varones, eran los mejores amigos”, recordó.

Héctor Gabriel Vanegas, abogado de la familia de las víctimas, dijo que la reconstrucción del hecho que enluta a los Mora ayudará a conocer la velocidad del impacto y cómo se produjo el accidente.

También reveló que el conductor implicado habría tratado de desvirtuar su responsabilidad, indicando que no iba a exceso de velocidad y que fue la mujer que conducía la camioneta quien habría originado el percance. “Ha dicho que venía a 91 (kilómetros por hora) cuando los peritajes acreditan que iba a 140. Ha dicho que no trató de escaparse, sino que entró en shock y que por eso se fue corriendo, también dijo que la señora iba fuera del eje, que detuvo el tránsito y que eso causó el accidente. No vamos a permitir que se distorsione la verdad”, afirmó.

El fiscal Freddy Toala, a cargo de la investigación, indicó que a 10 días de que concluya la instrucción ya se han cumplido todas las pericias y que solo faltaba la reconstrucción de los hechos. “Estuvieron todas las partes y eso es importante. El procesado relató lo que pasó, antes, durante y después, estaba tranquilo, dijo que estaba arrepentido”, expresó.

Por su parte, Froy Varas, abogado del acusado, sostuvo que hay muchas cosas que analizar y que su cliente manifestó que había bebido el día anterior. “El alcohol se evacua en 24 o 48 horas, pudo ser retención del alcohol en la sangre”.

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