Todo comenzó el 18 de junio de 2002. Ecuador entero hablaba de que el árbitro Byron Moreno era el juez central del partido entre Italia y Corea del Sur. Ese día los italianos perdieron 2-1 y el referí ecuatoriano se hizo famoso debido a que expulsó a Francesco Totti en los minutos finales. Ahora, 23 años después, el 10 es invitado por Barcelona para que actúe en la Noche Amarilla.

Aquiles Álvarez, alcalde de Guayaquil, entre bromas comentó que si venía Totti, debía pitar Byron Moreno el partido.

Aquí comenzó todo lo del 2025

El árbitro y ahora comentarista de Mach Deportes habla de todo lo que se dice de su posible ‘reencuentro’ con Totti.

¿Se viene el duelo entre Byron Moreno y Francesco Totti versión 2025?

Esto se dio por las declaraciones del alcalde Aquiles Álvarez de que si venía Totti me deberían invitar a la Noche Amarilla. Hay gente que está de acuerdo y se ha generado mucha expectativa. Yo no tendría ningún problema.

Habrá que esperar qué dice Barcelona. Sería la gran oportunidad de demostrar al mundo que el fútbol es pasión, amor, calentura de un momento, y que este deporte está para sembrar paz y lazos de amistad.

¿Se imaginó algún día que iba a pasar esto?

En algún momento sonó el nombre de Francesco Totti, antes de Pirlo o Alessandro del Piero, y mi fallecido compañero y amigo Rómulo Barco dijo que el árbitro no puede ser otro que Byron Moreno. Y nos reímos. Hoy la gran sorpresa es que viene Totti para la Noche Amarilla. Se trata de un jugador de gran renombre a nivel internacional, campeón del mundo, el emperador de la Roma.

¿Cómo fue el momento de la expulsión en el Mundial de Japón-Corea 2002?

Fue una jugada en la que hay un balón filtrado al área, el cual va Totti a buscarlo, pero el defensor coreano alcanza a puntear primero el balón, es decir, llega primero al balón, lo desvía y con esa pierna estirada tropieza a Francesco Totti.

Al caer hace el movimiento de que le habían cometido falta, y tanto mi asistente como yo estábamos claros de que el coreano llegó primero al balón. No era falta, y se nos había dicho en el seminario previo al Mundial que íbamos a tener tres directrices en las que debíamos poner mucho énfasis: prohibir y evitar que jugadores salgan con joyería a la cancha, ser drásticos con la sanción de las entradas por detrás que ponen en riesgo al rival, y justamente la simulación. Yo simplemente actué con lo que decía el reglamento.

Italia se le vino encima.

Era lógico. Si revisan la prensa de ese tiempo, más allá de la derrota de Italia en octavos de final, que fue clara porque no es que hay algún gol medio raro o alguna cosa de esas, lo que más les dolió fue la expulsión de su héroe, de su capitán, de su dios Totti.

Fue como si hubiera expulsado en este momento a Messi, a Neymar, a Cristiano; más o menos así.

Totti era uno de los jugadores más importantes, presentes, en esa Copa Mundial, como lo era Ronaldo en Brasil, como lo era Figo en Portugal. Lógicamente que era un jugador que estaba dentro del top a nivel internacional.

Como dice la gente en la calle, había que ‘tenerlos muy bien puestos’ para expulsarlo.

La gente de Ecuador y de América conocía mi forma de trabajar, mi temperamento, mi rigidez ante las reglas, no les sorprendió. Sin embargo, le sorprendió a gente que no conocía la forma de actuar de Byron Moreno. Más aún porque era un árbitro de un país pequeño futbolísticamente que por primera vez llegaba a un Mundial y tomaba la decisión de expulsar a uno de los monstruos de ese momento. Pero yo actué como siempre lo hice desde que comencé mi carrera.

¿Nunca más se lo cruzó en algún evento?

No. Cuando yo fui por primera vez en 2002 a Roma, había pedido a uno de los representantes que hagamos una mesa redonda para conversar, que nos sentemos a hablar del Mundial y que les inviten a Trapattoni y a Totti, pero no quisieron. Entonces, nunca más me lo topé. Si me lo vuelvo a ver será un gusto.

Hay hinchas de Barcelona que dicen que vaya a la Noche Amarilla. Otros opinan que mejor no.

Sería una noticia de carácter mundial, en el marketing sería un boom. Sí, mira, antes de hablar de todo lo que se ha generado, sería la forma de hacer entender al aficionado que el fútbol es un juego y que terminados los 90 minutos hasta ahí llega. Sería un mensaje para tratar de que el aficionado obtenga una madurez y que entienda que un resultado no cambia su vida.

Esperamos que se dé ese encuentro tan esperado.

Dios sabe qué es lo que debe pasar y será decisión de él si puede darse. No sé si arbitrar, no sé si reunirnos, no sé si conversar. Hay tantas cosas que se podrían hacer y tantas cosas que creo yo le irían bien al fútbol de Ecuador y del mundo. Son los 100 años de Barcelona, del equipo más importante de nuestro país. Con una noticia así a nivel mundial sería espectacular.

¿Qué le dice a la gente que dice que eres enemigo de Barcelona?

No soy enemigo de ningún equipo. Nunca negué que yo nací con la azul y rojo de Deportivo Quito, fui mascota, jugué, mi papá fue dirigente. Pero les recuerdo algo: en la final del torneo nacional de 1997, que se jugó en enero de 1998, Barcelona debía ganar 3-0 para ser campeón, con 2-0 el Quito era campeón. Y a pesar de que estaba de por medio un equipo por el cual yo me vinculé al fútbol y le tomé simpatía al fútbol, sancioné un penal contra Deportivo Quito. Reclamó toda la ciudad capital. Yo no soy enemigo de Barcelona. Mi hija Mía Victoria de seis años es barcelonista.

¿Qué se viene en el futuro para Moreno?

Estoy radicado en Quito, laboro en Mach Deportes y estoy tratando de reactivar mi academia de árbitros.

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