En Ecuador, ser parte de la clase alta no es una tarea fácil, y los estudios realizados por consultoras como Kantar y organismos internacionales como la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) han dejado claro que los ingresos necesarios para pertenecer a este estrato son considerablemente altos. Según estos análisis, una familia necesita generar al menos $48,000 anuales, lo que equivale a más de 4,000 dólares al mes, para ser considerada parte de la clase alta en el país.

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La disparidad entre los ingresos de las clases sociales en Ecuador es evidente. Mientras que las familias de clase alta ganan $12.50 por cada dólar generado por las familias de estratos más bajos, la brecha de riqueza resulta abrumadora. Esta desigualdad económica ha sido un tema de debate constante en el país, especialmente cuando se comparan estos números con los de otras naciones de América Latina. Por ejemplo, en Uruguay, más del 6% de la población pertenece a la clase alta, mientras que en Brasil y Chile, el porcentaje supera el 5%, lo que refleja un panorama diferente en términos de distribución de la riqueza.

¿Cómo diferenciar a una persona de clase alta de una de clase media alta?

Según el economista Segundo Camino, la diferencia clave entre una persona de clase alta y una de clase media alta radica en el patrimonio. "La riqueza, incluso heredada, es fundamental para considerarse parte de la clase alta", comenta Camino. De esta manera, no solo los ingresos son un factor determinante, sino también la acumulación de riqueza a lo largo de los años, lo que puede incluir propiedades, negocios familiares o inversiones que han sido transmitidas de generación en generación.

En 2025, se estima que alrededor de 287,000 ecuatorianos forman parte de la clase alta, lo que representa solo el 1.7% de la población total del país. Este porcentaje es significativamente menor al de otros países latinoamericanos, donde la clase alta tiene una presencia más destacada. De hecho, Uruguay tiene más del 6% de su población en la clase alta, y Brasil y Chile superan el 5%. En Ecuador, la clase alta se divide en tres grandes grupos que explican cómo se ha ido conformando este pequeño estrato de la población:

• Riqueza Heredada: Aproximadamente el 45% de las familias de clase alta han acumulado su fortuna a través de generaciones, mediante tierras, propiedades o negocios familiares establecidos desde hace mucho tiempo. Esta forma de riqueza heredada es uno de los pilares fundamentales de la clase alta ecuatoriana.

• Profesionales Altamente Calificados: Otro 30% de la clase alta está compuesto por profesionales autónomos o empleados altamente calificados. Estos individuos han logrado altos ingresos gracias a su experiencia, especialización y educación superior, lo que les ha permitido acceder a sectores de alto rendimiento económico.

• Emprendedores y Empresarios: Un 25% de los integrantes de la clase alta ha construido su riqueza a través de negocios propios. Estos emprendimientos han sido exitosos en sectores como tecnología, comercio y exportaciones, lo que les ha permitido superar las barreras tradicionales y acumular capital.

Un dato relevante es que solo el 4% de los aproximadamente 287,000 ecuatorianos en la clase alta poseen un patrimonio superior al millón de dólares. Este dato refleja una distinción entre aquellos que son empresarios y aquellos que están verdaderamente dentro de la clase alta, ya que la mayoría de las empresas en Ecuador son microempresas o pequeñas empresas, más relacionadas con la clase media. Esto subraya la diferencia entre el éxito empresarial y el verdadero acceso a la élite económica, que generalmente está asociada a un patrimonio heredado o a la acumulación de grandes inversiones.

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