Juan Barrozo Bejarano se llevaba las manos a la cabeza, golpeaba las paredes de caña de una casa y gritaba que levanten a su hijo, cuyo cuerpo inerte yacía sobre el muro lastrado que conduce al cerro Cacharí en el cantón Babahoyo, Los Ríos. Su vástago identificado como Ángel Ramón Barrozo Álvarez, de 30 años, fue asesinado cerca de las 11:00 del domingo 26 de mayo mientras se encontraba vendiendo agua y otros hidratantes a los viajeros que circulaban por el tramo rumbo al recinto La Pinela hasta la parroquia La Unión.

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Según testigos, Ramón, quien estaba acompañado de un amigo, fue sorprendido por desconocidos a bordo de una motocicleta quienes le dispararon en reiteradas ocasiones. El otro ciudadano salió corriendo para poner su vida a buen recaudo.

A raíz del hecho violento empezaron a llegar los familiares del difunto, quienes se acercaron al cuerpo para despedirse por última vez. Entre tanto, la Policía intentó buscar más datos de lo ocurrido con el fin de determinar el origen del suceso.

Juan únicamente trató de asimilar la pérdida de su retoño, mientras recibía el abrazo de consuelo por parte de sus allegados. El hombre, visiblemente conmovido, no quiso hablar con la policía y únicamente se limitó a realizar los trámites mortuorios.

Los habitantes del sector también conocido como Muro Las Cabras, solicitaron la intervención de la policía debido a que en el mismo barrio dos mujeres fueron asesinadas en este mes. El móvil de este último acontecimiento aún no se establece, pero el eje investigativo continúa levantando información.

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