“Ya tenemos establecida la ruta o recorrido que utilizaron los delincuentes, vamos a encontrar a los culpables de este crimen”, aseveró el coronel de policía, Édgar Padilla, jefe de la Subzona Santa Elena, sobre el asesinato de Joffre Malavé, de 36 años, atacado a balazos la tarde del martes 30 de julio de 2024, en el barrio San Vicente, del cantón La Libertad, provincia de Santa Elena.

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Según confirmó el oficial de la policía, mediante las cámaras de videovigilancia se estableció las características de la moto en donde se movilizaban los asesinos y así habrían establecido características de los posibles atacantes.

El asesinado, Joffre Malavé, junto a Luis Soriano y Gerónimo Pozo, acondicionaron unas llantas para que les sirvan de mesas y sillas para unas partidas de naipes. La algarabía que tenían tres amigos mientras jugaban con las cartas cambió. En el momento que menos se lo esperaban, aparecieron dos sujetos en moto que descargaron una decena de tiros.

Malavé, quien padecía una discapacidad visual en su ojo derecho y por eso en el barrio lo conocían con el apelativo de Ojito, murió, mientras que sus otros dos compañeros fueron llevados a una casa de salud, donde se recuperan.

En los registros policiales, el ahora occiso no tiene antecedentes ni procesos judiciales pendientes. Los primeros indicios refieren a la policía que el ataque fue dirigido.

“Estamos consternados por lo ocurrido, quizás la justicia terrenal no castigue a los causantes de este dolor, pero la divina misericordia de Dios les hará pagar con creces lo que han hecho”, comentó un pariente del occiso.

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