El agente de tránsito Brallan Moreira velaba el cuerpo de su colega Andrés Moreira. Fue el 18 de mayo, día en el que se suscitó aquella masacre en Manta, en la cual cuatro personas murieron y 16 personas resultaron heridas, una de ellas Brallan.

Luego de nueve días de luchar por su vida, falleció en una casa de salud de la capital manabita. Según las declaraciones de un agente que presenció el ataque, Brallan, a quien conocían como Gordito o Gonter, recibió dos disparos en primera instancia, uno en la mano y otro en la pierna.

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“Él se intentó levantar, pero uno de los pistoleros se percató de aquello y antes de marcharse le propinó un disparo en la columna que lo dejó gravemente herido”, manifestó el testigo.

El cadáver de Brallan fue escoltado por sus compañeros cuando era trasladado por el vehículo de Medicina Legal hasta el centro forense, una vez que pisó territorio de Manta.

La mañana del 28 de mayo, el cuerpo fue retirado de la morgue y lo llevaron hasta la Agencia Municipal de Tránsito Manta. Allí se desarrolló una capilla ardiente y posteriormente sus restos serán llevados al cantón Chone para su sepultura, el 29 de mayo. 

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