Decenas de estudiantes de la Universidad Nacional de Loja y colectivos feministas se congregaron en la plaza de San Sebastián para expresar su indignación y demandar un exhaustivo proceso judicial ante la trágica muerte de Josselyn Maritza Quezada, hallada sin vida el pasado lunes en un edificio en construcción.

La marcha, encabezada por Álvaro Ortega, vicepresidente de la Federación de Estudiantes del Ecuador, recorrió las calles céntricas de Loja hasta llegar a la Gobernación. Ortega subrayó que la muerte de Josselyn no debe quedar impune, anunciando la vigilia constante de la comunidad estudiantil y calificando el suceso como un femicidio.

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Lorena Rodríguez, representante del colectivo violeta y activista feminista, resaltó la consternación que ha causado la muerte de la joven universitaria en la ciudad de Loja. Aseguró que estarán vigilantes para garantizar que el culpable rinda cuentas por su crimen.

En contraste, el comandante de la Policía de Loja, Eduardo Ricaurte, se abstuvo de comentar sobre la investigación, instando a la población a evitar especulaciones sobre la causa de la muerte, ya sea femicidio o suicidio. Ricaurte solicitó que se permita a la Fiscalía llevar a cabo la investigación sin presiones externas.

Desde la perspectiva legal, Iván Ayala, abogado defensor de la familia de Josselyn, afirmó estar recopilando información del caso y vigilando el proceso judicial. Hizo un llamado a las autoridades de justicia para que actúen con transparencia, señalando que, en su opinión profesional, se trataría de un presunto femicidio.

La familia de la víctima ha optado por el silencio, dejando a la comunidad consternada. Josselyn, estudiante de Comunicación Social en modalidad de Estudios a Distancia en línea, deja a una niña de cuatro años en orfandad. La ciudad de Loja espera respuestas y justicia ante esta dolorosa pérdida.

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