El eco de los disparos retumbó en el barrio Puerto Limón, en Esmeraldas, la mañana de este miércoles 21 de agosto de 2024, cuando un operativo policial se tornó en un feroz enfrentamiento.

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Lo que parecía ser una intervención rutinaria, rápidamente se transformó en un violento intercambio de balas entre la Policía Nacional y un grupo delictivo que, hasta ese momento, mantenía el control del lugar. Los habitantes, atemorizados, se refugiaron en sus casas mientras el fuego cruzado se desataba.

La tensión escaló cuando los agentes, armados con la información obtenida a través de labores investigativas, rodearon la zona, creyendo que podían desarticular a una banda organizada que sembraba el terror en las riberas del río Esmeraldas.

Pero los delincuentes, lejos de rendirse, abrieron fuego y se dieron a la fuga en una caótica maniobra de escape. El enfrentamiento fue brutal, y las balas atravesaron el aire, provocando pánico entre los vecinos que se vieron atrapados en medio del tiroteo.

Los delincuentes, conocedores del terreno y apoyados por algunos habitantes, lograron escapar. Sin embargo, la Policía, al inspeccionar el sitio de la reunión clandestina, halló indicios alarmantes: un fusil, un accesorio para pistola, una alimentadora y 23 cartuchos de alto calibre sin percutir.

Este hallazgo dejó en evidencia el peligro latente que ronda las calles de Esmeraldas, donde en las últimas 72 horas se han registrado al menos 10 asesinados al estilo sicariato.

El arma de fuego fue trasladada al centro de acopio de la Policía Judicial, donde será sometida a un análisis exhaustivo para determinar si ha sido utilizada en otros crímenes violentos en la ciudad.

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