En las riberas del río Esmeraldas, la tranquilidad de las últimas semanas se vio interrumpida por el sonido de un disparo mortal que cambió la vida de la familia de Raysa Quiñónez, de 34 años, y madre de cuatro menores de edad.

En el barrio Las Malvinas quedaron estupefactos por lo ocurrido a Raysa, a la que calificaron como una mujer cordial, solidaria, trabajadora y dedicada a sus hijos, niños de 4, 7, 9 y 11 años de edad.

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La mañana de este viernes 1 de marzo de 2024, los padres de la mujer terminaron los trámites y sacaron el cuerpo del Centro de Medicina Forense. Tenían previsto su velatorio en casa de sus padres, en el mismo barrio Las Malvinas. El sepelio será la mañana de este sábado.

“Estamos destrozados, abatidos, pero tenemos que seguir con los trámites para darle una sepultura digna”, indicó Pulio Quiñónez, padre de Raysa. Según el informe forense, Raysa recibió un solo disparo, con orificio de entrada y salida, en la cabeza.

A la mujer le dispararon al mediodía del jueves 29 de febrero de 2024, cuando conversaba con una amiga afuera de su casa, según el parte policial al que tuvo acceso EXTRA. De manera repentina, sujetos no identificados, posiblemente menores de edad, abrieron fuego.

Unos proyectiles de bala lanzados impactaron tanto a Raysa como a su vecina. A pesar de ser trasladada rápidamente al hospital Delfina Torres de Concha, Raysa falleció horas más tarde por la herida en su cabeza. 

La policía aún no ha identificado a los responsables de este acto de violencia. “Estamos haciendo todo lo posible para encontrar a los responsables”, aseguró el mayor Juan Carlos Soria Alulema, comandante de la subzona Esmeraldas de la Policía.

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