En el Hospital de Quevedo, a 22,6 kilómetros del lugar donde fue baleado, los familiares de Romel Stalin Morales, de 27 años, guardaban la esperanza de que se salvara. Sin embargo, los médicos comprobaron su fallecimiento la tarde del viernes 18 de agosto.

La víctima habría sido atacada la mañana de ese mismo día en el sector San Camilo Chiquito, en Buena Fe. Tres sujetos en moto, con armas de fuego tipo fusil y 9 milímetros, atentaron contra la vida de Romel, quien en su huida ingresó a una vivienda, pero los gatilleros lo persiguieron mientras disparaban ‘como locos’, dejando heridos a tres menores y un adulto.

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Daniel Velasco, jefe policial del cantón, indicó que los heridos serían víctimas colaterales y que no tenían nada que ver con el hecho, pues el blanco era, aparentemente, Romel.

“Se está trabajando con personal de Inteligencia para conocer cuál fue el móvil de este hecho violento. Creemos que tiene relación con los dos fallecidos de la noche anterior (jueves 17)”, expresó Velasco.

En el sitio, la policía recogió más de diez indicios balísticos, entre ellos algunos de calibre 5,56 y otros 9 milímetros. 

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