La tarde del sábado 7 de diciembre se convirtió en un trágico capítulo para la cooperativa de vivienda Tierra Prometida, en la parroquia Tonsupa, cantón Atacames. José Velásquez Castillo, reconocido líder comunitario, fue asesinado a tiros en plena vía pública. El ataque, ocurrido a las 16:11 y registrado por una cámara de vigilancia, dejó en shock a una comunidad que hoy llora su pérdida.

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Velásquez, conocido por su trabajo en favor de los vecinos, fue abordado por dos hombres en motocicleta mientras conversaba con tres personas. El copiloto abrió fuego contra el dirigente, dejando un escenario marcado por el horror y la impotencia.

Un líder bajo amenaza

El compromiso social de José no estuvo exento de conflictos. En 2006, enfrentó un caso de falsificación de firmas contra el entonces presidente Alfredo Palacio, por el cual fue sentenciado a 18 meses de prisión. Más recientemente, Velásquez había sobrevivido a un intento de asesinato y recibió amenazas constantes. Hace apenas dos meses, su vehículo fue incendiado y hombres armados dispararon contra su casa en un claro intento de intimidación.

En una entrevista reciente con un medio digital, Velásquez expresó su preocupación por los ataques a su reputación. “A veces, la verdad incomoda a quienes se benefician de la injusticia”, declaró días antes de ser asesinado.

La tragedia confirmada

Tras el ataque, familiares trasladaron a José al hospital Juan Carlos Guasti de Atacames. Allí, los médicos confirmaron su fallecimiento debido a las graves heridas. “Las lesiones eran incompatibles con la vida”, explicó un galeno presente.

Una comunidad aterrorizada

El asesinato de Velásquez se suma a una semana marcada por la violencia en la provincia de Esmeraldas. Según el reporte policial, entre el 1 y el 7 de diciembre se registraron tres homicidios. Entre las víctimas se encuentran un adolescente de 16 años y un joven identificado como Elvis Ibarra Bautista, ambos asesinados en circunstancias violentas.

Vecinos de Tierra Prometida expresaron su temor por la creciente inseguridad. “La vida aquí se ha vuelto un juego de azar”, comentó un residente, mientras que otros se refugiaron en el anonimato por miedo a represalias.

Investigación en curso

La Subzona de Policía de Esmeraldas confirmó que en la escena del crimen se hallaron múltiples casquillos balísticos, lo que apunta a un ataque premeditado. Sin embargo, hasta el mediodía del domingo no se reportaron detenciones relacionadas con el caso.

Los restos de José Velásquez Castillo permanecen en el Centro de Medicina Forense de Esmeraldas, mientras sus familiares preparan el velorio en la cooperativa Tierra Prometida, un lugar que hoy llora la partida de un líder cuya vida fue truncada por la violencia.

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