Será difícil. El presunto mal procedimiento de los militares con los cuatro niños de Las Malvinas, que se investiga como desaparición forzosa, ha generado una grave crisis de confianza en las Fuerzas Armadas. Este incidente ha dejado una profunda huella en la percepción pública, pues los ecuatorianos, que tradicionalmente confiaban en la protección y seguridad brindada por los cuerpos armados, ahora se sienten traicionados.

Ante esta crisis, es crucial que las Fuerzas Armadas y el Estado actúen con total transparencia e imparcialidad en la investigación del caso. La ciudadanía exige respuestas claras, un esclarecimiento rápido de los hechos y, sobre todo, que se castigue con rigor a los responsables. Solo así, mediante una investigación sin encubrimientos, se evitará que esta situación se convierta en un precedente de impunidad.

En medio del conflicto armado interno y la lucha contra las organizaciones criminales, recuperar la confianza de la ciudadanía en las Fuerzas Armadas es un desafío enorme. Sin embargo, no debe limitarse a comunicados en redes sociales, ruedas de prensa, fotos amistosas con la gente o cadenas nacionales. Las Fuerzas Armadas deben reforzar sus protocolos de actuación y garantizar que sus miembros estén debidamente capacitados en derechos humanos, asegurando un trato respetuoso e imparcial hacia todos los ciudadanos.