La complicada situación que atraviesa el país —en economía, desempleo, inseguridad y apagones— golpea el ánimo de los ciudadanos. Y no es para menos, ya que muchos buscan cuidar hasta el último centavo ante la incertidumbre que la crisis.

Sin embargo, privarse de momentos de diversión con amigos y familia significa renunciar al derecho fundamental que todos tenemos a vivir plenamente y disfrutar de la vida.

Las festividades por los 204 años de Independencia de Guayaquil es la oportunidad para que los ecuatorianos no solo homenajeen a la Perla del Pacífico, sino que también contribuyan a la reactivación turística.

Si, debido a la crisis, estas festividades están opacas o pasan desapercibidas, los ciudadanos son los llamados a darle el brillo que se merece con su presencia en todas las actividades, cuidándose unos a otros y siendo solidarios, unidos por el legado de Guayaquil.

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