os Municipios de Quito y Guayaquil han dejado morir obras que presumieron durante sus inauguraciones. Por ejemplo, el parque de skate situado en el suburbio del Puerto Principal o el parque metropolitano del sur en la capital son cadáveres urbanos. Hay más. Varios elefantes blancos que ni siquiera reciben a los visitantes esperados. Otros, en cambio, se han convertido en el hábitat de delincuentes y drogadictos. Se trata de proyectos fallidos debido, según expertos urbanistas, a la falta de planificación. ¿Quiénes pagan los platos rotos? Los ciudadanos. Es hora de que las autoridades pongan los ojos sobre estas construcciones ‘a medio gas’, que afean las ciudades y son un peligro para sus pobladores.

¿Las obras municipales han sido olvidadas?

“Yo creo que las autoridades no solo se olvidan de sus obras emblemáticas, sino también de cosas cotidianas, como el adoquinado en las calles”.

“Considero que existe una falta de planificación en obras. No hay presupuestos participativos que permitan identificar estas falencias”.