A los tres hombres asesinados dentro de un taxi en el barrio Vinicio Yagual 1, de la parroquia José Luis Tamayo, conocida como Muey, en el cantón Salinas, provincia de Santa Elena, no solo les dieron con fusil, también les habrían lanzado una granada.

Durante el atentado que se cometió alrededor de las 19:45 del miércoles 27 de julio de 2022, además del tremendo ruido de una ráfaga de disparos, a los moradores también los alarmó una explosión.

En la inspección realizada por los agentes policiales en el carro y a los cuerpos encontraron 11 vainas de fusil, una espueleta de granada, dinero, dos revólveres, una pistola, una subametralladora, cinco cartuchos, calibre 38, seis terminales móviles.

Residentes comentaron a los policías que unos sujetos que andaban en una camioneta interceptaron a los ocupantes del carro de alquiler y les dispararon sin piedad. El conductor y los dos pasajeros quedaron ‘tiesos’ en el interior.

Los habitantes habrían visto que uno de los tipos lanzó un artefacto tipo granada dentro del taxi, luego se subieron a la camioneta doble cabina y salieron a gran velocidad hacia Punta Carnero y la gente quedó ‘con el Jesús en la boca’.

Por esas versiones y ante el temor de que haya un explosivo en el taxi, los agentes que llegaron al sitio del crimen prefirieron mantenerse distantes hasta que un equipo de expertos en bombas del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de Guayaquil acudieron a inspeccionar el área.

Cuando los expertos terminaron la revisión, ya en la madrugada de este jueves 28 de julio de 2022, pudieron establecer que no existían explosivos en el vehículo.

Ahí sacaron del taxi los cuerpos de los tres hombres, quienes, al parecer, llegaban a merendar a un restaurante. Recién habían parqueado cuando los sorprendieron a plomo, según los datos de los agentes.

Además de las heridas por el paso de los proyectiles, una de las víctimas tenía desprendimiento de piel y músculos de sus piernas, lesiones producidas por la detonación de un artefacto explosivo.

IDENTIFICADOS

Mientras unos agentes recolectaban los indicios, otros revisaban documentos de las víctimas que fueron identificadas como: Sebastián Cedeño García, colombiano; y los ecuatorianos Josué Báez Egas y Jorge Luis Borbor. Este último era el chofer del taxi.

Según los registros de la Policía Nacional, los dos compatriotas no registraban antecedentes judiciales y en el caso del extranjero han solicitado información a autoridades de Colombia para ver si tiene antecedentes.

La policía continúa con las investigaciones para determinar las causas del triple asesinato, pero por las primeras pistas se cree que sería una posible venganza entre mafias por droga.

CARRO QUEMADO

Tras reportarse el triple asesinato, la policía emprendió la búsqueda de los criminales. Pasadas las 21:00 del miércoles hallaron una camioneta de placa PCK 1731 4x4, color plata, que estaba incinerada.

La encontraron al fondo de un barranco en la nueva carretera perimetral que se construye para unir a las poblaciones de Punta Carnero con el Tambo.

En el interior del vehículo destruido también se encontraron armas incineradas.

Alquilaba el carro para trabajar

Al lugar del crimen llegaron unas personas que dijeron ser allegados del chofer del taxi, pero no quisieron dar mayores detalles de su pariente.

Los agentes tomaron contacto con quien sería la esposa de Jorge Borbor, quien les dijo que a las 18:30 del miércoles él la había dejado en una clínica, donde iba a hacer atender a la bebé. Una hora después la llamaron y le dieron la mala noticia.

Además, una de las parientes les dijo que él solo manejaba el carro, no era dueño del taxi, que lo alquilaba todos los días para trabajar.