El terror no se ha ido de las escuelas en Guayaquil. El asesinato de un estudiante tras la culminación de sus clases en un plantel del noroeste el pasado 8 de septiembre y la disputa entre grupos criminales afuera de otras unidades habrían sido solo el inicio de la violencia que gira alrededor de los planteles educativos.

Los últimos casos se registraron entre el miércoles 26 de octubre de 2022 y el día siguiente, en sectores del noroeste y sur de la urbe. El primer hecho fue en un colegio fiscal del Guasmo, donde se descubrió que tres alumnos portaban revólveres en sus mochilas.

El comandante zonal de la Policía, general Víctor Zárate, informó que se abordaría a los padres de los menores para “saber de dónde salieron las armas y hacia dónde iban”.

Agregó también que lo mismo se haría con los progenitores de un adolescente de 15 años que la tarde del miércoles atacó con un cuchillo a su maestra, en un colegio cercano al plan habitacional Ciudad Victoria, en el noroeste.

Según el oficial, la profesora resultó con una herida leve en un brazo y que se encuentra fuera de peligro. Además, indicó que la docente aún no presentaba una denuncia en la Fiscalía por la tentativa de asesinato.

Algunos padres de familia mencionaron que según lo poco que les habrían comentado, la reacción violenta del menor fue supuestamente porque la ‘miss’ le habría llamado la atención. Zapata aclaró que no hablaría sobre ello, por la reserva del caso.

Finalmente, ayer por la mañana trabajadores de una obra municipal descubrieron un taco de dinamita en la parte posterior de una escuela de la cooperativa Piso y Techo, en el sur.

El objeto fue detonado de manera controlada. Esto ocurrió cerca del mediodía, cuando los niños aún seguían en el sitio. Eso provocó que muchos salieran temblorosos y llorando.

Alberto Tutivén, quien tiene parientes en la escuela, aseguró que él y otros conocidos dejarán de enviar a sus niños a clases presenciales, porque no hay seguridades, pese a que al lado existe una Unidad de Policía Comunitaria (UPC). (SCM)

Salieron ‘soplados’ tras posible amenaza de bomba

Fueron a clases, pero terminaron con tremendo susto. Docentes y alumnos de una escuela de la parroquia Cojimíes, de Pedernales, en Manabí, vivieron momentos de tensión tras una falsa alarma de bomba.

Ocurrió a las 09:00 del jueves 27 de octubre cuando se activó la alerta y los estudiantes empezaron a correr asustados. Eso contagió de miedo a quienes los veían, porque también se hicieron publicaciones en redes sociales sobre el supuesto atentado. 

Sin embargo, el comandante distrital, coronel Carlos Fuertes, descartó que hubiera una emergencia real y explicó que los rumores se generaron porque una madre habría comentado que acababa de escuchar disparos. El mensaje se tergiversó y generó terror. (AG)