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Judicial
Manabí: ¡Fusilado cuando conversaba!
Ataques a bala en barrios mantenses dejaron dos ‘muñecos’ y dos personas heridas
Con disparos de un arma calibre 9 milímetros y un fusil asesinaron a Carlos Alfredo Zambrano Toala, alias la Pepa, cuando ‘tiraba lengua’ con otro hombre en el puente que une a los barrios 8 de Enero, La Ensenadita y 4 de Noviembre, en Manta, Manabí.
El fiscal Roger Pachay, quien autorizó el levantamiento del cadáver, a las 23:00 del miércoles 13 de julio de 2022, informó que de dos tipos de armas son los 16 indicios balísticos recogidos por agentes de Criminalística y de la Unidad de Muertes Violentes (Dinased) de la Policía.
Sujetos a bordo de una camioneta sorprendieron a los dos hombres. Zambrano intentó huir, pero fue alcanzado por los tiros y quedó ‘tieso’ en la mitad del puente.
El otro ciudadano resultó herido en sus extremidades inferiores. Eso hace presumir a la policía que los pistoleros tenían como objetivo a la Pepa.
La víctima registraba tres antecedentes por tráfico ilícito de droga. En 2007 ‘cayó’ dos veces, en Portoviejo y en Manta. Su última aprehensión fue en julio de 2018.
IBA A COMPRAR PAN
Tres horas antes, en la calle 1 y avenida 4, del barrio La Pradera de la parroquia Los Esteros, del puerto manabita, se perpetró otro ataque que dejó un muerto y un herido.
A eso de las 20:30, sujetos que se movilizaban en moto balearon a Elio Fernando Paredes Batalla, de 27 años, quien registraba un antecedente por robo.
El hombre había llegado hace cinco días desde Guayaquil a visitar a una hermana que reside en el barrio. En la noche salió a comprar pan junto a una mujer, pero en el camino a la panadería le dispararon. Los balazos impactaron en la cabeza y tórax.
La mujer que lo acompañaba, de 21 años, quedó internada en una casa de salud con custodia policial.
Líos por territorio y ajuste de cuentas
Paúl Revelo, jefe de Criminalística del Distrito Policial Manta, indicó que unidades especializadas revisan cámaras y otros indicios para dar con los atacantes,
Una de las hipótesis de la Policía es que el primer hecho podría deberse a disputas de territorio, y el otro a un ajuste de cuentas.