El Desdentado del Pichincha hizo su centro de operaciones en Quito hace más de dos décadas. En esa época, el hombre, llamado Nelson Bedón, fue acusado de ser un violador serial. Estuvo en ‘cana’. Salió. Pero no se rehabilitó. 

El miércoles pasado, con 67 años, se enfrentó nuevamente a la justicia, luego de que lo capturaran tras el robo a dos turistas en Cuicocha - Cayapas, Imbabura. Entonces se determinó que debía llevar un grillete electrónico.

Sin embargo, en la audiencia de revisión de medidas, la Fiscalía apeló a dicha decisión por dos motivos. El primero fue que Bedón les confirmó que no tiene casa, por lo que se dedicaba a recorrer el país.

De este se derivó el segundo. Según el Ministerio Público, esa sería una razón para que el implicado siga cometiendo más delitos en la calle.

Acusado por tentativa de robo, en esta última diligencia se ordenó que lo llevaran a la cárcel, otra vez.

Descifrando al Desdentado

Bedón ingresó al Centro de Privación de Libertad de Ibarra, donde estará 30 días, tiempo en el que se indagará su participación en el robo. No importó lo que dijo su defensa en la primera audiencia: que el sujeto es de la tercera edad y que su pasado judicial no debía influir en el fallo.

Ahora, las víctimas también tienen una boleta de auxilio por si el implicado se les acercara, en caso de que saliera después del proceso judicial, algo que no ha sido ajeno en su vida.

El Desdentado reapareció tras una larga ausencia. Y con él también revivieron todas las cosas que hacía para violar a sus víctimas.

Thania Moreno, fiscal del caso en ese tiempo, compartió con EXTRA su experiencia del momento que fue detenido. “Era 2008 y cuando fuimos a su casa encontramos muchísimos libros de psicología. Eso nos demostró que él perfilaba a sus víctimas”.

La funcionaria indicó que de eso quiso aprovecharse su defensa para detallar que Bedón tenía esquizofrenia, lo que hacía imposible que fuera procesado. Sin embargo, el modo de operar del tipo ayudó a que lo metieran en ‘cana’ por un aproximado de 20 años.

Moreno precisó que El Desdentado violaba a sus víctimas para luego robarles todo. “Era tan frío el hombre, que una mujer contó que él le había dado dinero para que cogiera el bus y se fuera”, apostilló.