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Judicial
Desdentado del Pichincha anda suelto
El viejo violador principios del 2000 fue detenido en Imbabura, tras atacar a dos turistas. No lo metieron preso pero lo mandaron con grillete.
Nelson Byron Bedón Rugel, conocido como el Desdentado del Pichincha, se ‘forjó’ una carrera criminal desde 1999, violando niños y luego a mujeres extranjeras. Hoy, 23 años después, nuevamente su nombre vuelve a causar terror.
Esta vez no fue en Quito, sino en la reserva ecológica de Cuicocha - Cayapas, en Imbabura, donde intentó agredir, como antaño, a dos turistas, una ecuatoriana y otra estadounidense, en este último fin de semana. Ambas caminaban por el sendero Gorky Campuzano cuando las interceptó El Desdentado con un machete y pistola.
Pero las dos escaparon y buscaron ayuda con un guardaparque, quien llamó a la Policía. Las mujeres detallaron a los agentes cómo estaba vestido el atacante, por lo que fueron a buscarlo hasta hallarlo por el mismo sendero.
Lo reconocieron
Tras la captura, a Bedón Rugel le hallaron una billetera, portando su carné de vacunación y la copia de su cédula. Ahí se dieron cuenta de que se trataba del Desdentado, quien violó a cerca de 10 mujeres en 2008, época en la que fue sentenciado a 20 años de cárcel.
Por eso era raro verlo libre. Según el sistema judicial, la última detención del sujeto fue en 2014 por tenencia de armas. Eso revela que salió mucho antes de lo previsto.
Fiscal de ese caso
Pero no solo fue reconocido por su cédula, sino que también estaba armado como cuando atacaba a machete y ‘chispa’. Además, vestía igual que en sus incursiones criminales en el Pichincha: tenía puesto un pantalón y botas estilo militar, cargaba binoculares y se abrigaba con una chompa.
Lo único que cambió fue su look. A sus 67 años, El Desdentado tenía un corte como si fuera un joven punkero con su cabeza a medio rapar.
Frío y calculador
Luego de llevarlo al hospital de Cotacachi le hicieron la audiencia por tentativa de robo, en la que se dictaron medidas sustitutivas. El Desdentado no fue preso, pero sí tendrá que llevar un grillete electrónico.
La noticia de su captura llegó a oídos de Thania Moreno, la fiscal que lo capturó en 2008. Ella contó a EXTRA que Bedón Rugel es un sujeto frío.
“Él planificaba cada uno de sus movimientos. Recorría el Pichincha y lo conocía perfectamente, por eso las víctimas eran bastante vulnerables”, rememoró la funcionaria. Según Moreno, la costumbre de El Desdentado era usar binoculares para observar a las mujeres.
Una vez que las interceptaba y las agredía sexualmente, él les quitaba sus cosas: botas, dinero y cámaras de fotos. Esa forma de operar fue el detonante para dar con Bedón Rugel.
“A él lo detuvimos por tenencia de arma, pero tuve la oportunidad de hacerle una prueba de ADN y cotejarla con las muestras de una de las víctimas”. Y eso permitió ligarlo a las violaciones en serie que ocurrían en el Pichincha, precisó Moreno. Ahora solo resta esperar a que El Desdentado no haga de las suyas sin importarle que carga un grillete electrónico.