“Él le quería matar a la niña”, repetía Katherine, madre de la bebé de siete meses que el miércoles fue asesinada con un arma de fuego. El padre de la pequeña, identificado como Luis Andrés López, habría entregado 3 mil dólares a dos sicarios para que la mataran. Supuestamente porque no quería pagar su pensión alimenticia.

Ayer se realizó el velorio en la casa comunal de La Floresta, parroquia El Priorato, norte de Ibarra, zona en la que se registró el crimen. “Lo único que tenía en esta vida era mi hija”, lamentaba la mujer, de 24 años, mientras miraba el féretro blanco, rodeado de flores.

El calvario de la joven empezó cuando le dijo a López que estaba embarazada. Él le habría dicho que abortara, pero ella no lo hizo y desde ese momento empezaron las amenazas, contó.

Quería ver a la niña

Durante meses, López, policía en servicio activo, no quiso saber nada de su hija porque para él “ambas estaban muertas”, relató Katherine. Por eso a ella le sorprendió que el domingo pasado el sujeto le pidió que le permitiera ver a la menor de edad.

La joven detalló que el tipo le insistió tanto que la convenció, aunque la mujer tenía cierto malestar. Sin embargo, López le pidió que cambiaran el día de la visita y quedaron que se verían el 20 de abril.

Horas antes del hecho, la joven bañó y vistió a la bebé, quien estaba alegre y sonreía mucho. De un momento a otro, López la llamó para pedirle que saliera a la calle con la pequeña.

Una vez afuera, la mujer vio pasar la moto de los sicarios, aunque ella no notó nada extraño. En cuestión de segundos apareció el policía a bordo de un taxi, pero cuando la vio, él intentó ocultarse. Ella otra vez lo llamó y él solo le dijo que lo disculpara.

En ese momento regresaron los asesinos en la motocicleta. La mujer cargaba a su bebé cuando uno de ellos se bajó y disparó directamente a la niña. En ese momento, la madre quiso correr, pero el hombre la golpeó con el arma en la cabeza.

Madre e hija cayeron al piso. “La boquita estaba sangrando. Me quise levantar y el sicario me dijo: ‘esto te mandó el papá de tu hija’”, rememoró.

Aturdida por los cinco patazos que el tipo le propinó, Katherine solo escuchó el segundo tiro que iba dirigido a su hija.

La ayuda

Una pariente de la joven fue por la niña y se la llevó al hospital mientras la joven esperó a la ambulancia que llamaron para que la atendiera. La víctima contó que antes de que los sicarios se fueran tomaron su celular en el que tenía los mensajes escritos anteriormente con las amenazas.

Entretanto, la policía supo del hecho y fue a investigar. Gracias a las pericias que hicieron pudieron encontrar al taxista que le hizo la carrera a López, señalado como autor intelectual.

El chofer les dijo que recogió al padre de la niña cerca de la cooperativa. En el trayecto, el conductor se percató que los seguían los dos motorizados.

Al tiempo, López llamaba por teléfono y decía: “ya sal mi amor”. Fue ahí que el chofer vio a la mujer con la niña y en ese instante el policía se escondió. Minutos más tarde ocurrió el asesinato.

Una venganza

Con los datos entregados por el taxista, los agentes localizaron a López. Luego, con la ayuda de la gente, se identificó a los sospechosos que viajaban en una moto. Además se encontraron dos armas de fuego.

Ayer se realizó la audiencia de flagrancia mientras se llevaba a cabo el velorio de la niña. La furia de la gente fue tal que luego de la diligencia, los tres indagados fueron golpeados.

Álex Nájera, abogado de la víctima, dijo que posiblemente esto se trató de una venganza, ya que la mujer interpuso un juicio de alimentos en contra de López. Según el jurisconsulto, los tipos fueron contratados en Guayaquil y llegaron a El Priorato para conocer el lugar.

Aparentemente, el agente les dio su arma de dotación y la moto para el crimen. A decir de Nájera, todo se planificó hace un mes.

La madre de la bebé, por su parte, solamente atinó a decir que quiere que el padre de la niña “se pudra en la cárcel”.

Una mujer estaría también implicada

Silviana Tinajero, también abogada patrocinadora de la joven, detalló que, al parecer, hay una mujer también relacionada al hecho. Se presume que ella habría contactado y proporcionado los 3 mil dólares a los tipos. Aunque las investigaciones determinarán si eso fue así.