Jaime Enrique Aymara dice que usar las canciones para mandar un mensaje a un enemigo musical no es algo que ocurra en Ecuador. Esa ‘guerra’ que explotó entre Residente y J Balvin, por una ‘tiradera’ “solo ocurre en estratos más altos” del espectáculo.

Para el artista ecuatoriano, es la necesidad de estar en la palestra y alimentar el “morbo” de la gente lo que motiva este tipo de rencillas. Incluso considera que pudo tratarse de una estrategia de marketing de los músicos internacionales para ganar seguidores.

Él, por su parte, lo hubiera manejado de otra manera. “Una respuesta sin ofensas. Cachetada con guante blanco. No vale la pena llegar a una pelea”, dice Aymara, quien tiene 35 años de trayectoria.

Y, aunque en el país las canciones no son el medio para mandar mensajes a los enemigos, las diferencias entre colegas son inevitables. “Con algunos hemos coincidido en escenarios y, a veces, te toca cantar pronto porque tienes otro evento y el cantante que va antes no se apura o se alarga”, asegura.

Sin embargo, esa no sería una razón suficiente para ‘lanzar odio’ en su próximo sencillo, confiesa.

Máximo Escaleras coincide con Aymara y considera que Ecuador “está en pañales” para estos ‘dimes y diretes’ musicales entre artistas. “No ha pasado, creería yo. Cada uno tiene su estilo, su género y, a veces, no comparto con algunos, pero sí respeto”, describe.

Para el cantante, este tipo de temas parten de las propias casas disqueras que usan la polémica para surgir porque a la gente “le encanta el chisme”.

Escaleras resalta que si estuviera en el lugar de Balvin se hubiera reído. “Ventajosamente yo escribo mis canciones, nadie se ha atrevido a decir nada”, precisa el músico que se presentará en Santiago de Chile en las próximas semanas.

Trabajo en equipo

La cantante María de los Ángeles enfatiza en que en el gremio existen distintos roles: cantantes, compositores, arreglistas y demás y que todos los trabajos deben ser valorados.

“Yo tengo la ventaja de que mi esposo es compositor... sí me han lanzado indirectas de que yo no sería nadie sin sus letras, pero no es así, nosotros somos un equipo”, confirma.

Para ella, estas peleas también son innecesarias y desgastan el ambiente laboral dentro de la industria. “Se debe cortar por lo sano. Si uno responde, la pelea sigue, de lo contrario, ahí queda”.

Solidaridad

Los ecuatorianos coinciden en que la pandemia ha incrementado la solidaridad y camaradería entre los músicos y que si hay diferencias, las han dejado atrás.

Nuevas brechas

Para los artistas, lo ocurrido con los cantantes extranjeros le hace daño a la industria musical, ya que abre brechas que ya se habían cerrado entre los distintos géneros.