Fiel a sus raíces, la modelo ecuatoriana Nathaly Quiñónez, esmeraldeña de 30 años y rostro de marcas internacionales, ha decidido que su vestido de novia sea diseñado por talento local. Para ello, lanzará una convocatoria para elegir el mejor diseño para su boda eclesiástica.

En diálogo con EXTRA, Quiñónez expresó su deseo de generar oportunidades para nuevos talentos. “Me gusta darle oportunidades a la gente en lo que se pueda. Estoy feliz por la boda, poder compartir con mis familiares y amigos, sentirme bella y ver a mi futuro esposo guapísimo”, dijo la modelo, quien inició su carrera hace nueve años, cuatro de ellos en el extranjero.

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El amor por su tierra natal, Quinindé, quedó reflejado en el diseño del anillo de compromiso que recibió de su prometido, el alemán Thomas Greulich. La pedida de mano tuvo lugar el pasado 30 de enero en un exclusivo restaurante de Samborondón.

La joya, elaborada por artesanos ecuatorianos, destaca por una gran esmeralda de forma cuadrada y color verde intenso, símbolo de la riqueza natural de su provincia.

Rumbo a Alemania

La pareja celebrará su boda civil en Alemania y la eclesiástica en Ecuador. Aunque aún no han definido las fechas, Quiñónez desea que la ceremonia principal se realice en una playa de la Ruta del Sol, para reunir a sus seres queridos en un entorno natural y acogedor.

Actualmente, la modelo reside en Nueva York, pero en septiembre se trasladará a Múnich, ciudad natal de Greulich, empresario del café de 45 años. Su historia de amor comenzó cuando él la vio caminar rumbo a su departamento, luego de un desfile en la semana de la moda de Mercedes-Benz.

En su última visita a Ecuador, la pareja estuvo casi dos meses, celebrando el cumpleaños de Nathaly y disfrutando de la familia, la playa y la comida local.

Quiñónez comentó que su prometido quedó fascinado con el encebollado. “Le gusta tanto, que un día se levantó y dijo que solo quería encebollado”, relató entre risas.

“Dejé todo por mis sueños”

Antes de consolidarse como una modelo de renombre, participó en el certamen Miss Ecuador, y aunque no obtuvo la corona, decidió quedarse en Guayaquil y aprovechar las oportunidades laborales en el mundo de la moda.

Allí también trabajó en el hospital Teodoro Maldonado como parte del grupo ‘chalecos rojos’, donde brindó asistencia a los pacientes y sus familiares. Esta experiencia le permitió conocer a médicos que, tiempo después, fueron clave para salvar la vida de su madre, diagnosticada con cáncer de mama.

Su sueño de ser modelo siempre fue su prioridad. Para perseguirlo, tuvo que tomar decisiones difíciles, incluso en el ámbito personal. Terminó su relación con un novio español con quien compartió seis años. “Dejé todo por mis sueños. Fue la decisión más dura de mi vida. Quería viajar por el mundo, pero necesitaba hacerlo sola. Él lo entendió porque sabía lo importante que era para mí. Fue una ruptura desde el amor, un ‘te amo tanto que te suelto’. Parte de mi carrera se la agradezco a él. Le partí el alma, pero nunca hubo resentimiento. Valoro que nunca me buscó. Sé que ya se va a casar”, confesó.

Así, entonces, el punto de partida de su carrera internacional fue una agencia en Argentina. Desde entonces, ha trabajado en distintas ciudades de Europa y América.

DATOS

• Habla español e inglés. Va por el idioma alemán.

• El lujo más grande que le ha dado su trabajo es viajar, conocer el mundo, estar en lugares que nunca imaginó y rodearse de gente que pensó inalcanzables.

• Ha tenido la oportunidad de conocer a Naomi Campbell, Leonardo Di Caprio y a otros famosos.

• Su fundación en Esmeraldas es ‘3 Niñas’. Las pequeñas tienen la oportunidad de convertirse en modelos o tener otras habilidades.

• Su novio tiene una marca de café. Con cada kilo vendido ayuda en la alimentación de niños de Burundí.

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