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Farándula
Jazmín 'La tumbadora': “No dejo que las dificultades me tumben”
A los 15 años llegó a Guayaquil a concursar al programa ‘Chispazos’. Ahí conoció a Gino Falconí, y a los 16 se casó con él. Tienen 40 años juntos
Su primer premio por cantar fue una muñeca de su tamaño que a duras penas podía cargar. Tenía solo 6 años, pero a partir de entonces Janeth Tatiana Mosquera Mera comenzó su camino en la música, hasta llegar a convertirse en Jazmín, la Tumbadora, conocida así por el nombre de su mayor éxito musical.
A pesar de los múltiples logros y el reconocimiento que obtuvo al interpretar ese tema, Jazmín confiesa que cuando el público y la prensa comenzaron a identificarla de esa manera, no le gustaba.
Como todas las historias de éxito, el camino de la cantante manabita, de 56 años, no ha estado exento de sinsabores. Hubo un tiempo en que experimentó un bajón, que la llevó a no querer dar entrevistas y hasta alejarse temporalmente de los escenarios. La depresión la tocó.
- Sus ‘Chispazos’
Su primera pasión fue la música nacional, la que escuchaba cantar a su papá, en su natal Portoviejo. “Estaba en primer grado de la escuela Reales Tamarindos cuando gané mi primer concurso, que fue una muñeca de mi tamaño que todavía recuerdo con cariño”.
Siguió cultivando la música y participando en eventos colegiales e interprovinciales, todo bajo el ojo vigilante de su abuelita paterna Josefina, a quien llama mamá, ya que fue ella quien la crio.
“No perdía ningún concurso y me llenaba de mucha alegría que la gente me empezaba a reconocer como Jazmín”, nombre artístico que dice le puso su papá, debido a que no le gustaban sus nombres de pila.
A los 15 años, Jazmín llegó a Guayaquil para concursar al programa ‘Chispazos’, donde trabajaba de planta la orquesta Falconí Jr. Ahí conoció a Gino Falconí, quien después se convirtió en su esposo y padre de sus tres hijos.
“Al principio, me cayó antipático y yo a él, porque yo no era de andar sonriendo con nadie, porque mi mamá me dio una educación muy estricta”.
Pero el destino los unió y con solo 16 años, Jazmín se casó con el músico. “Pasábamos hablando por teléfono hasta tarde y como comencé a bajar las notas, me dijeron que me iban a mandar interna a Rocafuerte”.
La etapa de enamoramiento revela que fue difícil porque no le permitían verlo y si llegaba a hacerlo, la mandarían a un internado, por lo que Gino le dijo que se casarían antes de que eso suceda.
- Matrimonio y carrera
Se casaron el civil el 27 de junio de 1983. “Las monjitas de mi colegio le dijeron a mi mamá que no me deje casar el eclesiástico, porque era muy variable y mi matrimonio no duraría. De todos los primos y hermanos, la única que sigue casada y aguantando al mismo, soy yo”, dice.
Por los compromisos de la orquesta, Jazmín llegó a sentirse sola y le pidió a Gino que la dejara acompañarlo.
“En una de esas noches, el timbalero me dijo que cantara, pero no quería porque yo no cantaba música tropical y no sabía bailar”.
Pero cantó, se quedó, hizo sus primeras grabaciones ya como profesional y estuvo en la orquesta por diez años, hasta que se hizo solista.
“Ahí me llamaron algunas disqueras y con Fediscos hice varias grabaciones de música tropical y algo de romántica. Mi tema ‘Locamente enamorada’ fue reproducido por Discos Fuentes y así llegué a sonar en Colombia”.
- Éxito y escándalo
En la década de los 90, Jazmín alcanzó su etapa más exitosa con la tecnocumbia y la canción ‘La tumbadora’, grabado para un sello nuevo de esa época. “Esta canción es un ícono con el que la gente me identifica y sigue siendo infaltable en los bailes”.
Es admiradora de la vedete puertorriqueña Iris Chacón, por eso, cuando lanzaron el tema, puso una joven con buen cuerpo para que baile mientras ella lo cantaba. “Pero fue a mí que comenzaron a decir la Tumbadora y no me gustaba, luego con el tiempo lo fui aceptando”.
Tras el boom del hit, los autores del tema le plantearon una demanda millonaria al creer que ella se lo estaba adjudicando. “Yo solo era la intérprete, pero si la casa disquera hubiera hecho bien las cosas, ese tema bien hubiera podido llegar a Viña del Mar”, indica.
Tras el escándalo, Jazmín reconoce que no quería estar en una tarima, que le pidan el hit y no poder cantarlo.
“Se prohibió hablar del tema en las entrevistas, esas cosas me dolían, me deprimió muchísimo, me bajoneó porque fuera del país se lo conoció mucho y me permitió llegar a Estados Unidos y Europa. Finalmente, se solucionó”.
A pesar de las dificultades, ella empezó a cantar en hoteles 5 estrellas y en casinos, algo que -según dice- la fortaleció y la ayudó a levantarse. A tal punto, que volvió junto a la Falconí Jr., con su esposo y su hijo Gino Paúl, quien también es artista. “Pensé que mi carrera terminaría como solista, no creí que volvería a mis orígenes”.
Por sus 40 años de carrera, Jazmín está grabando una nueva producción musical y adelanta que será impactante.
Y así como su apodo, la Tumbadora, indica que aprendió a derribar todas las cosas negativas de su vida. “Tumbo las piedras de tropiezo en mi carrera, tumbo esos años que llegan y en lugar de estancarme sigo avanzando sin dejar que el tiempo me tumbe a mí”.
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