La actriz y jurado de Yo me llamo, Érika Vélez, sorprendió a sus seguidores al compartir en sus redes sociales una anécdota que revela por qué no es amante de las citas románticas. En un video contó una de las experiencias más incómodas que ha vivido en una cita, explicando que situaciones como esa la han hecho sentir temor al momento de salir con alguien.

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"Les voy a contar por qué me aterran un poco las citas. He tenido muchas malas experiencias", inició Vélez en su relato. Para tranquilizar a sus seguidores, aclaró que el protagonista de su historia no es una figura pública, sino el hermano de un amigo suyo. "En ese momento, él estaba soltero, yo soltera, y dije: ¿qué puede salir mal?", recordó con humor, aunque la experiencia resultó ser todo lo contrario a lo que esperaba.

La cita comenzó con una salida a cenar. Érika pidió una copa de vino tinto y su acompañante un whisky. Sin embargo, lo que pudo haber sido una velada agradable, rápidamente se tornó incómoda. La actriz relató que cuando el mesero trajo el menú, su cita no le permitió elegir su propio plato. "Comenzó a decirle al mesero lo que íbamos a comer sin preguntarme si estaba de acuerdo o si era alérgica a algo", contó. Esa actitud la hizo sentir que su opinión no importaba.

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Pero las cosas no terminaron ahí. Durante la cena, el hombre centró toda la conversación en sí mismo. "Decidió hablar de él, de lo maravilloso que era, de su empresa, todo mientras se tomaba ese whisky como si fuera agua", comentó Érika, señalando que antes de empezar con las entradas, su acompañante ya llevaba tres vasos de whisky. 

El diálogo continuó con el hombre quejándose de sus relaciones anteriores y criticando a las mujeres que habían pasado por su vida, mostrándose como un "narcisista completo", según la actriz. "Me dio pena porque su hermano, que es mi amigo, es un hombre maravilloso, no entendía cómo podían ser hermanos", añadió.

Cansada de la situación, Érika decidió tomar el control de la noche. Aprovechando que su cita se levantó al baño, pidió la cuenta, pagó y se fue en un Uber. Aunque la cuenta resultó ser costosa debido a los whiskies que había consumido el hombre, Vélez optó por irse sin esperar más. Lo sorprendente para ella fue que, en lugar de recibir una disculpa o un mensaje, el hombre se ofendió. "Le dijo a mi amigo que era una malcriada, que lo había dejado plantado y que, ¿qué me creo yo?", recordó entre risas.

Con esta anécdota, Érika Vélez dejó claro que, tras varias experiencias negativas, las citas románticas no son su fuerte. Sin embargo, lo toma con humor y comparte sus historias como un ejemplo de lo que puede suceder en el mundo de las citas modernas.

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