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Emanuel Parga contó que cuando hizo la audición, el director iba encajando a los actores con los personajes.Cortesía

Emanuel Parga, actor de ‘La sociedad de la nieve’ narra cómo se preparó para ese papel

Se preparó física y mentalmente para soportar el frío y las escenas más duras del accidente aéreo ocurrido en 1972, en el que se inspiró Netflix

Más de 22 premios y varias nominaciones al Óscar 2024 como Mejor Película Internacional es lo que logró el filme de Netflix ‘La Sociedad de la Nieve’, tras su estreno en diciembre de 2023. Pero alcanzar este logro fue más que complejo, según afirmó el actor argentino Emanuel Parga, de 32 años, en una entrevista con EXTRA.

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Sociedad de la nieveInstagram

Recrear lo sucedido en el accidente aéreo de 1972, en el cual el equipo de rugby Old Christians Club se trasladaba desde Montevideo (Uruguay) hasta Chile para un partido, pero se estrelló contra la cordillera de Los Andes (29 personas murieron), requería una preparación extraordinaria, que incluso incluyó la presencia de psicólogos durante el rodaje.

Por eso, él y sus compañeros realizan conversatorios en varios países para aclarar las dudas de los fanáticos. El próximo 4 de agosto estarán en Quito y participarán: Esteban Kukuriczka, Felipe Otaño, Fernando Contigiani, Rafael Federman, Valentino Alonso, Diego Vegezzi, Felipe Ramusio y Emanuel Parga.

Emanuel interpretó a Carlos Roque, un sargento de las Fuerzas Aéreas Uruguayas que viajaba como mecánico del avión y que falleció a los 24 años, dejando a un hijo de meses de edad.

¿Qué aprendió de Carlos y con qué se queda?

Con Carlos compartimos la paternidad. Cuando tuvo el accidente, su hijo no tenía ni un año y, pues, no pudo conocer a su papá. Los sobrevivientes narran que Carlos hablaba mucho de su hijo, entonces inevitablemente me siento muy afectado, porque del grupo de actores era el único que iba a ser padre.

¿Tuvo contacto con el hijo de Carlos?

Claro, muchísimo. Alejandro no conoció a su padre, solo por fotos, entonces lo que pasó fue que él vio un poco a su padre en mí. La verdad es algo muy fuerte que alguien te diga que te pareces a su papá y al mismo tiempo siento que no me parezco tanto, pero él inevitablemente hizo cierta proyección en mí y verme en materia y cuerpo fue una conexión, porque nunca pudo darle un abrazo a su papá. Nos abrazamos, nos dijimos cosas lindas, le prometí honrarlo, creamos un vínculo muy lindo, le mando fotos de mi hijo y me invita a Montevideo.

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La película y su significado

Fue un cierre para la vida de muchas personas y las familias de las víctimas, más allá de lo que se leyó en las noticias de ese tiempo.

Sí, comparto ciento por ciento esto. El cómo se reparó el vínculo entre las familias que volvieron y no volvieron. Entendieron el porqué se comieron a sus hijos (canibalismo), porque es muy fuerte estar tantos años pensando que lo hicieron sin una razón o una locura que cometieron, pero cuando vieron la película se dieron cuenta de que era por algo y necesario.

¿Qué escena lo marcó?

Fue precisamente la escena en donde conversamos sobre si hay que comer carne humana; fue una de las cosas más difíciles de hacer en la película. Primero convocamos a las personas porque íbamos a hablar de un tema muy fuerte. Esa conversación fue importante para ellos, porque también había que aclarar y sacarle peso a lo que pasó. Había que quitarle ese peso porque era algo de vida y muerte. Fue muy intenso, tardamos mucho en filmar esa parte.

Los actores compartirán con el público en el auditorio de la Cámara de Comercio de Quito, el próximo 4 de agosto, en un conversatorio y un Meet and Great. Las entradas están disponibles en la página Meet2go y cuestan 40 y 80 dólares. 

Los desafíos actorales

¿Qué tan difícil fue hacer ese personaje a nivel físico y emocional?

Yo no tenía grandes cambios físicos, lo que sí pasó es que tuvimos que prepararnos mentalmente y físicamente para soportar el frío. También que debíamos engordar y adelgazar cronológicamente, eso fue muy intenso porque es difícil comer sin hambre, era algo que no me había pasado y para llegar a aumentar 12 kilos y luego bajar 14 kilos, fue difícil. Luego el no comer te vuelve loco, estás rodeado de mucha gente, era complejo, había hasta un psicólogo en el set y podíamos hablar con él, había gente que ya lo necesitaba, yo también lo hice porque tuve momentos críticos.

¿Y el clima?

Ahora en Argentina hay menos 2 grados. Pero fue complejo grabar con la nieve real, te mojas, más allá del frío, pero acá es un frío seco, pero allá te empiezas a mojar, las medias y zapatos se te mojan y resulta complicado. La altura también te complica respirar. Estábamos a 2.500 metros, difícil trasladarse, repetir los textos, todo eso no dejaba de ser complejo.

¿Les quedó pendiente el Óscar?

Imagínate ganar un Óscar, también me parece que la película que ganó se lo merece. Yo hubiese elegido ‘La Sociedad de la Nieve’ por la magnitud de la gente que trabajó y movió y era de habla hispana, que pone en el centro de la opinión una problemática latina, algo que no pasa, pero parece que tenía más valor, pero bueno.

Vendrán a Ecuador, ¿probarán la gastronomía?

Esa es la segunda razón por la que viajamos. Queremos probar toda la gastronomía de cada país. A mí en particular me gusta comer las cosas criollas. 

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