Con 25 años, Dayanara ha participado en reinados de belleza, realities, festivales internacionales como Viña del Mar (2018), y acumula más de cinco trofeos de Premios Disco Rojo, pero esto no la aleja de sus batallas internas. Ella lucha contra inseguridades desde niña.

La guayaquileña -que desde hace 5 años ha liderado en más de una ocasión la tendencia de música nacional- abre su corazón a EXTRA y habla de su más reciente polémica con su tema ‘Despedida de soltera’, su problema de salud, el último ‘bajón’ emocional que tuvo y su refugio en la música...

Se habló de una restricción de ‘Despedida de soltera’, ¿qué pasó?

Fue una locura. El video sigue restringido, no se puede anular esa acción. Las personas tienen que escribir el nombre de la canción y ahí les aparece, porque no sale como un video recomendado. Según la plataforma, es por el contenido explícito del final (baile con estríper).

Muchos decían que era una estrategia de marketing...

Me sorprendí cuando empezaron a decir que era una estrategia de marketing porque no sé en cuál de ellas te haces un daño. Nunca fue una estrategia, porque de ser así tendría otro resultado, aunque entiendo que estamos en una época en la que todos opinan y creen saber.

¿Eso lo demostró?

Cuando esto pasa te da una sacudida y te invita a seguir trabajando. Lo bueno es que, pese a esto, el tema va liderando los principales puestos de música ecuatoriana.

A raíz de este problema nos enteramos de que está teniendo problemas en su salud

Tengo una bronquitis aguda. Cuando me dio COVID-19 no le presté atención porque tenía a mi papá grave y estaba enfocada en él. Después, un médico me dijo que había un sonido fuerte en mi pulmón (lado derecho).

Pero sigue realizando presentaciones

No paro. Me estoy movimiento mucho, igual cada semana tengo que ir a mi tratamiento para inyectarme. Tengo que cuidarme porque es mi herramienta de trabajo. Tomo mis medicinas a tiempo.

Ese ritmo de vida lo lleva desde su regreso de Viña del Mar

Me cambió la vida, era mi primer año como solista y sentía que necesitaba una oportunidad así para darme a conocer, principalmente en mi país. Mirella Cesa me recomendó que fuera. Ella ganó una Gaviota. A raíz de eso sentí que el cariño de los ecuatorianos creció y todo eso pasó por la plataforma y visibilidad que me dio Viña.

Confiésenos, ¿ve sus videos de las primeras participaciones?

Gracias a Dios tengo ese álbum de fotos y videos en internet. Es fácil encontrar un video de Dayanara a los 12 años participando en ‘Pequeños brillantes’. Me encanta la evolución porque toda mi vida luché con la inseguridad. El tema de la música es un desfogue. Veo mis entrevistas y me río porque antes solo contestaba ‘sí’ o ‘no’, era muy rígida. Ahora veo que fui perdiendo el miedo a las cámaras, las entrevistas y al escenario.

¿Nota su crecimiento?

Me gusta regresar a ver el pasado porque es necesario para ver la evolución, también ver a esa Dayanara que tenía miedo de lanzarse de solista porque venía trabajando con un grupo, de salir en un tiempo en el que no había muchas artistas mujeres. Ahora miro atrás y digo que valió salir de mi zona de confort. Hay muchos perjuicios que indican que sin plata no puedes lograr una carrera musical.

¿Y no es cierto?

Soy testigo. Empecé mi carrera con una inversión de 500 dólares, tocando puertas de los medios de comunicación y radios. Fue un proceso duro porque me habían visto como chica reality, modelo, y encontrar esa credibilidad fue difícil. A veces uno se ‘marea’, por eso es bueno mirar al pasado y recordar a esa niña que tenía muchos sueños.

¿Qué tipo de inseguridades son las que tiene?

Lucho con mi inseguridad todos los días y es anecdótico porque muchos piensan que no es así porque eres artista. El otro día una fan me ponía: ‘¿Cómo haces para estar feliz todo el tiempo?’, y eso no es cierto. Tengo mis bajones y hace tres meses pasé por un cuadro de ansiedad bastante fuerte en el que estaba muy frágil y sensible por ciertas angustias e incertidumbres (...) intento ser una mujer más segura cada día y trabajo en eso desde niña.

¿Por qué?

Existían cosas que de niña me afectaron, como el bullying (acoso escolar) en el colegio, no era de muchas amigas, en recreos me quedaba en el baño y no compartía. Mi mejor terapia es la música.

Con las críticas debe ser más complicado esa lucha...

La gente te da duro con los comentarios, pero eso me ha hecho más fuerte. No lo he superado, pero ahora no me dejo derrumbar tan fácilmente... Soy una Dayanara mucho más fuerte y es porque siento que necesito empoderar a mujeres.

Va superando límites...

Antes me tapaba mis piernas por la psoriasis (enfermedad de la piel que causa manchas rojas y escamosas que pican) ahora ya no lo hago (...) Me gustan las fotos con traje de baño. Ahora hay una Dayanara que sube fotos sin pensar que tengo que editarme la piel para que no se vea una manchita. Soy una mujer normal con estrías e inseguridades.