Barcelona es el equipo más popular de Ecuador, algo que se refleja por la gran cantidad de seguidores que asisten a verlo en los diferentes estadios del país y que muestran orgullosos la camiseta amarilla así no sea día de partido.

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Quito no es la excepción. Pese a que es un equipo guayaquileño sus fieles seguidores están presentes en partidos oficiales o amistosos, como el del jueves 6 de febrero, en la Noche Amarilla, en el estadio Atahualpa.

“Somos los más grandes del país. Además, de los más fieles porque estamos en las buenas y en las malas con el equipo”, dijo Sebastián Sánchez, quien acompañado de varios amigos portaba los colores que identifican al club de sus amores.

Unos metros más allá de Sebastián se encontraba una religiosa, que prefirió no dar su nombre, y aseguró que “la popularidad y grandeza de Barcelona no tiene comparación ni en Quito ni en ninguna otra ciudad del país”.

Ataviado con los colores del equipo de su alma, Santiago Lerma aseguró que “anoche no pude dormir por la emoción, siempre apoyo al equipo cuando juega en Quito, porque es el más grande de Ecuador”, dijo.

La empresa Click realizó una encuesta que reflejó que el Ídolo del Astillero cuenta con un 32,14% de aficionados a nivel nacional, seguido por Liga de Quito con 16,23% y Emelec, con 14,25%. Esto pese a que el conjunto torero no ha ganado títulos desde el año 2020 y ha vivido pugnas dirigenciales.

En la capital, la popularidad la discute con los albos, campeones de la LigaPro, que registraron un promedio de 7.000 aficionados por partido el año pasado, de acuerdo al estadístico Juan Carlos Padilla. Mientras que los canarios registraron algo más de 6.000 asistentes. 

La ventas se mueven con Barcelona

Esa aceptación se refleja en la venta de camisetas y banderas en los juegos de los toreros en Quito. “Se llega casi a vender igual que cuando hay partidos de Liga de Quito. Con esos dos equipos la venta es buena”, detalló John Mendoza, quien además ofrece banderas.

La reventa también se mueve con la presencia de los amarillos. “Cuando Barcelona juega aquí vendo entre 150 a 200 entradas, pero con otros equipos llego máximo a vender 40”, señaló un revendedor.

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