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Ligas barriales: 'Golearon' a la basura
La Liga Barrial Eloy Alfaro se fundó en el antiguo botadero de Zámbiza. Han ido mejorando su espacio para jugar fútbol pese a malos olores y riesgos
En 2003, tras una lucha de diez años por parte de la comunidad, el Municipio de Quito cerró el vertedero de basura de Zámbiza. El espacio fue rellenado y hubo algunos ofrecimientos para construir en ese espacio un parque como parte de la reparación ambiental. Pero nada de eso sucedió y, a cambio, los vecinos armaron su liga barrial.
El predio no solo siguió recibiendo basura, pues allí se instaló la Estación de Transferencia Norte (ETN), sino que se llenó de recicladores informales. Pero donde el Municipio no pudo instalar un solo juego infantil, los vecinos de Mantocucho, barrio que se ubica en la entrada a la capital, entre las avenidas Eloy Alfaro y Las Palmeras, construyeron su cancha que ya lleva dos décadas.
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Luis Llano, presidente de la Liga Barrial Eloy Alfaro, cuenta cómo nació su organización. “Nosotros vimos cómo avanzaba el relleno, y cuando terminó vimos ya la posibilidad de tener una cancha. Claro, era inclinada. Entonces jugábamos al principio en sentido norte-sur, sin cerramiento”, relata.
El ingreso a esta liga es difícil de ubicar, pues se encuentra en la parte alta de lo que los quiteños todavía llaman erróneamente botadero de Zámbiza. Es que resulta inevitable relacionar este sitio con la basura y pensar que pueda existir un espacio deportivo. Hay que entrar para creerlo.
De hecho, las canchas de la liga colindan con un negocio privado de reciclaje y con la ETN. Y en el mismo terreno donde se encuentra la cancha secundaria se recicla vidrio de manera informal, también como un negocio particular.
GESTIÓN DIRIGENCIAL
Con los años, la liga barrial ha ido avanzando a través de la gestión de los dirigentes, pues consiguieron apoyo para la construcción del cerramiento, rellenaron el terreno para dejar plana la cancha y, de manera artesanal, levantaron dos tribunas para el público.
Durante la definición del torneo femenino y del masculino de pretemporada, EXTRA pudo constatar uno de los problemas actuales que preocupa al dirigente: la cercanía de desechos de vidrio en su cancha alterna. Mientras los niños juegan un ‘picadito’ en ese espacio de tierra o cruzan de una cancha a otra, se encuentran en el camino con algún pedazo de este material.
Otra de las incomodidades, aunque para los deportistas poco importa, es el olor que se percibe en la zona, pues habitualmente circulan muy cerca los camiones recolectores que ingresan a la ETN.
Los dirigentes creen tener argumentos para conseguir que se les conceda el uso del espacio al estar utilizándolo para la recreación. Sin embargo, para cualquier petición deben primero constituir legalmente su liga en el Ministerio del Deporte, un trámite que no han podido iniciar porque no cumplen el requisito de tener mínimo tres clubes igualmente inscritos en esa cartera de Estado, a pesar de que son 45 los equipos que participan en las distintas categorías.
Llano se propone conseguirlo en los próximos meses. Anhela un espacio libre de basura y que no solo se sienta propio, sino que lo sea. “Esto que hemos conseguido, aunque no es mucho, lo hemos logrado nosotros poco a poco, este espacio es nuestro, para algo tan importante como el deporte”, finaliza.
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