Joao Rojas, de Emelec, es el jugador de moda. El azul está en su buen momento, está en modo inso... ‘insoportable’ (en buena onda).

Lleva 10 goles y los últimos han sido para tres puntos.

Pero el delantero eléctrico, que va por ganar la etapa para coronarse campeón antes de diciembre, se dio unos regalos a dos meses de la Navidad.

Hizo el gol al Guayaquil City en la victoria del Emelec 1-0 y desde la cancha comenzó a repartir obsequios como si fuera colada morada o guagua de pan. Primero para la hinchada, luego para dos compañeros que muchos critican, y al final confesó un “reclamo” que sus padres le hicieron.

REPARTICIÓN

- Fue elegido el mejor jugador del partido, pero se dio un baño de humildad, que de vez en cuando es bueno. Se lo dedicó a sus compañeros. “Si el premio lo pudiera partir en dos se lo daría a Dixon Arroyo y Pedro Ortiz. Fueron impecables una vez más. Pedro nos salva y hace ganar partidos. Me pone contento que están en un buen nivel”.

- “Vamos a festejar (sábado) con la familia. Domingo tendremos libre y a pensar en lo que se viene. Lo que nos ha hecho bien es estar con los seres queridos”.

- Y confesó el “reclamo” que le hicieron sus padres en las demás celebraciones. Resulta que Joao no le había dedicado goles a sus papis y por eso la anotación de tres puntos ante Guayaquil City se las ofreció de lleno.

“Mis padres estaban en las gradas y le dediqué mi gol a ellos y ahora están felices. Llevó grabado un tatuaje de una foto de pequeño con mi papá en la pierna”.