Por detrás en el marcador en un instante, en 23 segundos, con el gol más rápido de los 84 años de historia de la Eurocopa de Nedim Bajrami, la selección italiana reaccionó con una autoridad inesperada, remontó y visibilizó la diferencia que aún le separa de Albania.

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La Azzurra superó a los rojinegros en cuanto se lo propuso con un cabezazo de Alesandro Bastoni y una volea de Nicolo Barella para terminar después agarrada en la última jugada a una parada salvadora de Donnarumma frente a Manaj.

Lejos de la envergadura de toda su historia, fuera del último Mundial de Qatar, Italia es la vigente campeona de Europa. Es la defensora de un título a la que prácticamente nadie le otorga posibilidades en Alemania. Si las tiene o no lo dictará el recorrido, que empezó de la peor forma posible, pero enderezó con carácter y celeridad, aunque con altibajos.

Dirigido por Luciano Spalletti desde el banquillo, con una única derrota en sus once encuentros (3-1 contra Inglaterra), sobre el césped propone una cantidad de jugadores cuya dimensión es incuestionable. Sea cual sea el momento, o sea cual sea el papel secundario que se le presupone en la cita continental. Nadie habla de Italia. Y quizá esa sea su mayor ventaja.

Tras la victoria, Italia comparte el liderato del grupo B con España, ambas con 3 puntos. Mientras que Albania y Croacia quedaron últimas con cero unidades.

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