A Richard Carapaz no le preocupa el hecho de partir como el rival a vencer este martes 27 de octubre en la reanudación de la Vuelta a España, de la que es el líder. El ciclista ecuatoriano ha demostrado que llegó en su mejor momento para disputar la ronda española y está ilusionado en defender con éxito el maillot rojo, tal como lo hizo el año pasado con la maglia rosa en el Giro de Italia.

“Quedan dos semanas de plena diversión, de esfuerzo. Serán semanas muy intensas, espero que me sigan saliendo las cosas al cien por ciento”, afirmó la Locomotora del Carchi en la jornada de descanso que aprovechó para entrenar y planificar la estrategia para afrontar las doce etapas que restan de la competencia.

Confía en su potencial y experiencia, y confesó que “estamos a la altura de poder ganar otro gran tour”.

Agregó que su desempeño por las carreteras españolas “ha sido muy bueno, la recompensa a todo el trabajo, al sacrifico para estar en este grupo de grandes corredores” y que ver banderas ecuatorianas en el recorrido y recibir los mensajes de aliento desde el país son otro impulso más “para seguir alegrándolos siempre”.

Carapaz señaló como una de las claves de su liderato el haber efectuado una buena preparación previa tras el Tour de Francia.

“El trabajo en altura y para adaptarnos a las bajas temperaturas ha dado frutos. Sabíamos de las condiciones que enfrentaríamos. Me encuentro muy motivado, con la gran ilusión de llegar hasta Madrid (la meta final) con este gran maillot”.

Contó que en la jornada del pasado domingo, en la que alcanzó el primer lugar de la Vuelta, “empezamos con una temperatura de 9 grados y en la meta estaba entre 3 y 4 grados. Sabíamos que la etapa era decisiva y todo salió muy bien”.

Enfatizó que “todos los chicos del equipo están motivados, con ganas de ayudarme a defender el maillot. Hemos conseguido una buena ventaja, a partir del quinto lugar hay cerca de dos minutos”.

En la segunda semana de competencia, Richie puede dar otro golpe a sus perseguidores en jornadas de exigentes ascensos como las del miércoles 28 de octubre en Moncalvillo o el sábado 31 y domingo 1 de noviembre cuando lleguen a Asturias, sinónimo de montaña y espectáculo asegurado.