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Barcelona vs. Liga de Quito: 90 minutos más de sufrimiento
Barcelona y Liga de Quito igualaron 1-1, en la final de ida de la LigaPro, que se dio en Guayaquil. El 29 de este mes se dará la vuelta en Quito.
No hubo herido, pero sí emoción, goles y nerviosismo. Barcelona y Liga de Quito cerraron el telón de la primera final igualados por la mínima, en un duelo en el que el local propuso siempre de arranque, pero los albos, una vez acomodados, lograron ser más peligrosos. La vuelta en Casa Blanca serán 90 minutos a todo riesgo.
No era una final común. Las hinchadas no estaban en la gradas, la murga cantaba desde casa, el ambiente era similar al de un entrenamiento porque hasta el toque de queda acechaba a los simpatizantes que a las 22h00 debían estar en sus hogares. Pero el objetivo que estaba sobre la mesa es real y así lo encararon los protagonistas.
El trofeo de la LigaPro 2020 posaba en el gramado del Banco Pichincha y los dos clubes llegaban al verde del Monumental en medio del protocolo, el saludo, el sorteo, la buena suerte al rival y a jugarse la final.
Barcelona arrancó como un local debe hacerlo: protagonista, con la pelota en los pies, marcando el ritmo del ataque y circulando con dinamismo el balón en el área contraria.
Para esa función colectiva tuvo como principal eje a Damián Díaz. El 10 torero entró al campo enchufado, el cuchillo en los dientes y su derecha afilada.
Cuando Díaz arrancaba el juego, Barcelona lograba tener profundidad. Era tal el compromiso del argentino que a Martínez, en una mala entrega de pelota de Martínez, lo recriminó fuertemente.
Y es que el Kitu quería esa intensidad que vivía se contagie. Otro de gran primer tiempo fue Mario Pineida, quien cuando pudo hasta se superpuso en el ataque. Hubo un centro que no alcanzó por su estatura, pero era una oportunidad clara.
Pero conforme fueron pasando los minutos, Liga de Quito, quien había estado al menos 28 minutos agazapado en su territorio, dejó su área, adelantó líneas y empezó a plantearle problemas a Barcelona y su sistema defensivo.
Así como Díaz era el timonel de Barcelona, Johan Julio iba a cargar con esa responsabilidad en Liga de Quito.
Julio no solo logró neutralizar ese peligroso tándem Velasco-Castillo por derecha, sino que al final del primer tiempo iba a lograr darle un batacazo a los toreros.
Liga amenazó a los canarios con un tiro que se estrelló en el horizontal. Eso fue a los 33 minutos y a esas alturas los canarios ya estaban desorientados en el campo.
El buen inicio de los muchachos de Fabián Bustos iba a terminar de desaparecer cuando, ya sobre los minutos de agregados, Liga dibujó un contragolpe que terminó en gol.
Taco de Jordi Alcívar, corrida de Pedro Pablo Perlaza, mano a mano de Johan y gol de los albos.
Se iba el primer tiempo con una riña por el tiempo de adición y la desazón del local. Pero Barcelona acostumbra a hacer sufrir a sus hinchas.
Apenas iniciado el segundo tiempo, un tiro libre en el borde del área iba a volver a igualar el asunto.
Díaz volvió a brillar con su magia y una jugada de laboratorio, dejó la pelota servida para que el uruguayo Jonatan Álvez la envíe al fondo de la red.
A partir del gol, los toreros controlaron las acciones y empezaron a emular lo hecho en la primera parte.
Liga no pudo salir con el envión del final de los 45 minutos iniciales, y volvía a retroceder y ser amenazada por Barcelona.
Entre las más claras, Álvez tuvo una imperdible, pero que mandó por encima del techo de Adrián Gabbarini.
Pero así como en el arranque del compromiso, Barcelona empezó controlando en el inicio, Liga de Quito fue más incisivo al final, pero extrañó las grandes tardes del colombiano Martínez Borja: cuando le tocó ser trascendental, falló.
En el ocaso del duelo, el paraguayo Christian Colmán dibujó una pirueta soñada para el gol de la victoria, pero Gabbarini tuvo una atajada para enmarcar.
Esa jugada puso el duelo en un cofre, que se volverá a abrir en Quito, el próximo martes, donde el drama, la lucha, la intensidad, la agonía, el fútbol y el campeón, no faltarán.