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Barcelona, la estrella 16 pintó de amarillo al país
El Ídolo ganó la LigaPro ante Liga de Quito y dio la vuelta olímpica en el estadio Rodrigo Paz, que pasó de ser un campo ‘maldito’ al de la gloria.
El premio al trabajo silencioso, pero efectivo de los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes de Barcelona llegó con la consecución de la estrella 16. El Ídolo inició el año con Fabián Bustos en el banquillo y con un proyecto que fue ganando respaldo por la gran campaña en la Copa Libertadores, en la que avanzó a la fase de grupos dejando en el camino al uruguayo Progreso, al peruano Sporting Cristal y al paraguayo Cerro Porteño.
La salida de Fidel Martínez, una de las figuras de los toreros, hacia el fútbol de China, resintió la estructura que el Toro Bustos buscaba consolidar y que recibió un duro golpe al quedar cuarto en la primera etapa de la LigaPro y eliminado en el torneo internacional.
Pese a las críticas, el estratega argentino, con el respaldo de los directivos, siguió firme en su plan de conquistar un título con los amarillos. Con altibajos llegó al primer lugar de la segunda fase del torneo local y lo selló con el boleto a la final ante Liga de Quito.
El primer duelo ante los albos, en Guayaquil, concluyó igualado a un gol, con lo que los quiteños sumaron más puntos en su rol de favoritos.
En la gran definición, en el estadio Rodrigo Paz, donde el Ídolo no gana desde hace 23 años, los toreros supieron aguantar el embate inicial de los universitarios y con orden llevaron el juego a la definición del título mediante penales.
Lo mejor de la estrella 16, gracias a @goltvecu 📺🏆#BSCCAMPEÓN 1⃣6⃣⭐️ pic.twitter.com/d0ODaxqt79
— BARCELONA S.C. (@BarcelonaSC) December 31, 2020
El arquero Javier Burrai, que a lo largo del encuentro ahogó el grito de gol local, se convirtió en figura al desviar dos lanzamientos de los albos y dar el título número 16 al Ídolo, que aumentó su ventaja como el equipo con más coronas nacionales, y además disfrutó de la fiesta en un escenario que dejó de ser ‘maldito’.