Los hermanos Mario y Javier Páez, dueños de un local de encebollados, ubicado entre las calles Capitán Nájera y la 13, en el suburbio de Guayaquil, tuvieron que preparar más encebollado porque los hinchas de Barcelona le hicieron ‘caída y limpia’. A primera hora salieron en busca del bocadillo.

“En un día normal nos alcanza todo lo que preparamos, pero cuando Barcelona gana o queda campeón de un torneo sus hinchas se vuelven ‘locos’ por los encebollados. Aparecen grandes cantidades de compradores para bajar el chuchaqui de la celebración”, manifestó Mario.

Cerca de las 09:00, los ñaños Páez tuvieron que volver a preparar otra tanda de encebollados debido a que se les terminaron. “Que Barcelona quede campeón siempre de todos los torneos que juega, porque eso nos ayuda a vender más en el negocio”, dijo entre risas Javier.

QUERÍA LUCIR LA DEL ÍDOLO

Fernando Cuenca no se había comprado la camiseta 2022 de Barcelona porque no tenía dinero para adquirir la versión original. Pero al ver que su equipo ganó la primera etapa del campeonato ecuatoriano decidió buscar una réplica en la Bahía, centro porteño.

“Es una emoción grande saber que el equipo ganó la etapa y estará en la final. Hoy (ayer) vine a buscar mi camiseta para lucirla con orgullo por las calles de Guayaquil. De aquí no me la saco hasta después de una semana”, manifestó entre carcajadas.

El guayaquileño, de 25 años, aseguró que el nivel que mostraron los jugadores de Barcelona en el triunfo (4-0) ante Cumbayá lo volvió a ilusionar.

“Es verdad que el equipo venía jugando mal, pero ya volvió a demostrar su verdadero nivel. Ahora tienen que mantenerlo para que puedan ser campeones directos”, dijo.