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Álex Quiñónez junto a sus ‘hermanitas’ Anahí Suárez (i) y Ángela Tenorio, a quienes aconsejó durante viajes, entrenamientos y pruebas.KARINA DEFAS / EXTRA

Ángela Tenorio y la promesa de Álex Quiñónez

La Gacela, una de las ‘hermanas’ del velocista, recuerda con cariño al deportista, del que destacó su humildad, tenacidad y generosidad.

Como su familia presentaba orgulloso Álex Quiñónez a las velocistas Ángela Tenorio y Anahí Suárez. Ellas, además de compañeras de entrenamiento y viajes, se convirtieron en sus ‘hermanas’, a las que cuidaba y aconsejaba.

La Gacela Tenorio estaba devastada tras conocer que su Negro, como le decía de cariño, había fallecido. “No lo podía creer, se me destrozó el corazón. Álex era una persona buena”, comentó.

Ángela confesó que hace dos semanas conversó por última vez con Quiñónez, quien le prometió que retomaría los entrenamientos tras el duro golpe que fue el no poder participar en los Juegos Olímpicos de Tokio, por una sanción.

“Le decía que debe estar tranquilo. Me prometió volver a entrenar por sus hijas, por sus morenitas, para estar listo para el Mundial y los próximos Olímpicos”, afirmó Tenorio.

Quiñónez se encontraba en Guayaquil para ver a su esposa e hijas, y estar el 8 de noviembre en Quito para iniciar la preparación de cara a la próxima temporada.

GRAN PERSONA

Ángela resaltó que siempre guardará el recuerdo de Álex “como una persona sencilla, generosa y comprometida, un gran ser humano”. Recordó que con Anahí Suárez le hacían bromas a Quiñónez, quien las cuidaba como un hermano mayor.

También las consentía demostrando sus habilidades en la cocina. “En el último campamento en Portugal nos hizo ceviche y encocado de camarón. Siempre nos cuidaba. No sé cómo voy a hacer ahora que ya no va a estar con nosotros”, dijo con nostalgia.

En cada entrenamiento, La Gacela tendrá presente las palabras de aliento de su Negro. “Voy a entrenar duro en su nombre. Cada triunfo se lo dedicaré a mi hermanito, voy a mejorar mis marcas por él”, sentenció Ángela, quien ahora correrá con un ángel a su lado.

UNA NOCHE DE PESADILLA

Nelson Gutiérrez, entrenador de Quiñónez, comentó que vivieron una noche muy mala al conocer sobre el asesinato. “Nos quedamos sin palabras, sin aliento. Hemos perdido a un gran ser humano, una persona maravillosa”, afirmó el especialista.

Contó que hace 15 días se comunicó con Álex para planificar su regreso a las prácticas. “Me dijo que estaba realizando trabajo físico en la playa, muy animado por volver a entrenar”, señaló Gutiérrez.

Detalló que con el equipo de velocidad analizarán la mejor forma para honrar la memoria de Quiñónez.