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Ángel Delgado, el Pacquiao de la Isla Trinitaria
El guayaquileño toma como un reto que lo comparen con el púgil de Filipinas. Pero su entrenamiento se ve afectado porque no tiene ni para la buseta
Su nombre es Ángel Andrés Delgado Ostaiza y vive en el populoso barrio de la Isla Trinitaria, al sur de Guayaquil. Pero por su apariencia y rendimiento en el cuadrilátero de boxeo es comparado con el púgil de Filipinas, Manny Pacquiao, el actual súper campeón Wélter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
El guayaquileño, de 17 años, en entrevista con Diario EXTRA aseguró que su sueño es ser pugilista profesional y le gustaría medir su fuerza con los mejores boxeadores del mundo: Carlos Góngora, Manny Pacquiao, Canelo Álvarez, entre otros más.
Sin embargo, el ‘pelado’ está preocupado por su rendimiento porque desde que inició la pandemia en Ecuador (febrero de 2020) no ha podido entrenar con constancia. Se ha perdido varias sesiones, ya que no tiene dinero para pagar la buseta que lo lleva al coliseo los Cuatro Mosqueteros, sur del Puerto Principal.
“Los entrenadores me han apoyado bastante porque me daban para el pasaje, pero ahorita no están dando por la mala situación que vivimos. No tengo dinero y por eso hay días que no he venido a entrenar. Me preocupo porque esta es mi carrera y no quiero que mi rendimiento decaiga”, dijo Delgado, quien practica la disciplina desde 2015.
Ángel representa al Club Caza Talento, de la Isla Trinitaria, escuela donde sacaron a relucir sus dotes con los guantes. Golpes fuertes, habilidad y velocidad destacan al guayaquileño, por aquello, lo bautizaron como el mini Pacquiao.
“Voy para adelante en esto. Voy a darle duro hasta que sea seleccionado de Ecuador y me enfrente a los mejores del mundo. Soy rápido dentro del cuadrilátero y certero con los golpes, por eso me dicen Pacquiao. No voy a parar hasta que sea profesional”, destaca, muy entusiasta.
Delgado revela que es amante de los deportes. Antes entrenaba fútbol, pero era una disciplina que no lo apasionaba. Fue diferente cuando se colocó por primera vez los guantes y dio un derechazo al saco de boxeo.
“Primero iba de ‘sapo’ a ver como entrenaban en el gimnasio de Caza Talento. Solo miraba, pero un día me invitaron a entrenar y nunca más dejé los guantes. La sensación de golpear es increíble y en el ring me siento como si estuviera bailando”, manifiesta el ‘pelado’ que le gusta representar a la provincia del Guayas.