El músico Santiago Jiménez pasó varios días en los exteriores de un hospital del IESS de Quito, con su saxofón en la mano. Tocar para su padre, quien permanece con coronavirus en una sala de esa casa de salud, era el único propósito de artista.

Varias enfermeras y médicos del lugar notaron su presencia y escucharon sus melodías mientras ingresaban a sus labores. Eso hasta que las autoridades le permitieron el ingreso. A través de una puerta de cristal, el músico pudo ver a su padre y llevarle su repertorio.

Debido a la falta de camas en la Unidad de Cuidados Intensivos de ese hospital, el hombre, de 74 años, permanece en un área temporal hasta que sus niveles de oxígeno mejoren o encuentre una plaza para trasladarlo.

Según Jiménez, su padre se habría contagiado de COVID-19 cuando estuvo internado en una casa de salud, debido a una úlcera. Previo a eso, no había presentado ningún problema médico y permanecía aislado durante la pandemia. Jiménez comparte la imagen de su padre y su música en redes sociales.

El músico, que ha tocado con reconocidas bandas como Sal y Mileto, Rocola Bacalao y Viento Violento, hace una crítica a la situación sanitaria actual, sobre todo al manejo que se ha dado a la distribución de vacunas.